Una donación por dote del curaca de LunahuanáRev Arch Gen Nac. 2020; 34(1): 143-53
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debido nombramiento de la Audiencia de Lima. En verdad el paso del tiempo había hecho ya lejanos
los argumentos de tipo tradicional-parental que remitían a situaciones prehispánicas, valiendo el
podía observar en vida– por la Audiencia. Pero había situaciones pragmáticas, como el hecho de que
Francisco Ventura ocupó de facto la casa cacical de Francisco Jacobo Llacsaluana, abandonada por
pariente político a quien Jacobo dejó el cargo de gobernador del valle–.
Aunque el juicio –gran parte de cuya extensión es producto de una apelación ante la Audiencia–
es tardío y en sí no parecería demasiado interesante, adquiere importancia por la ausencia de más
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. Los largos trechos de páginas casi totalmente descoloridas por la humedad de este juicio
Por el momento estamos estudiando algunos de los documentos insertos en el mencionado expediente
estos insertos ha resultado la copia existente en este expediente de la revisita-censo a los tres pueblos
de reducción del valle medio del río Cañete –Nuestra Señora de la Ascención de Paullu, Santiago de
1682 por el kuraka Francisco Jacobo Llacsaluana, inserta también en este expediente, lo que haremos
La carta de donación dotal de Francisco Llacsaguana de 1643
hacerse antes que la del expediente, pues es anterior a él –y en parte nos remite a los orígenes del
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A partir de la conciliación ordenada por la Audiencia entre los caciques Francisco Laxaluana y Diego Aiaucan en un concierto notarial
sabemos, por ejemplo, de la existencia de un juicio por el cacicato, cuya sentencia se dictó en Lima el 13 de julio de 1590, el cual
documentación correspondiente de la Real Audiencia.