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Rev Arch Gen Nac. 2020; 34(1): 31-42 Las visitas del arzobispo Mogrovejo
menoscabarse la cantidad asignada al cura. Mogrovejo llegó a excomulgar a algunos corregidores que,
de acuerdo con las retasas que se habían realizado en los padrones de tributarios, redujeron la congrua
del cura cuya parroquia había venido a menos en cuanto al número de feligreses indios. Conocer el
número de los tributarios que habitaban las doctrinas era fundamental para calcular lo que correspondía
asignar como salario a los curas. Esto explica que, en el «Libro de vissitas», haya abundante información
acerca de los indios tributarios, es decir, de los sujetos al pago de impuestos, y de los reservados,
aquellos exentos, bien porque estaban dedicados al servicio de la iglesia o bien por edad o salud estaban
incapacitados para cumplir con los impuestos.
Junto con la información demográca, el «Libro de vissitas», al menos en su primera parte, registra
numerosas unidades productivas agrícolas y ganaderas existentes en las inmediaciones de las doctrinas.
El acopio de estos datos puede estar relacionado con la necesidad de la curia eclesiástica de determinar
el monto de los diezmos que los propietarios debían pagar. Es conocido que el diezmo se utilizó para el
engrandecimiento de las catedrales, máximas expresiones materiales y espirituales de la Iglesia en su
territorio. En su mayor parte, beneciaba al alto clero de cada diócesis, es decir, al obispo y a su consejo
o cabildo catedralicio (Rubial 2013, p. 89). El diezmo era, pues, una fuente de ingresos sustancial del
clero secular y, como tal, debió ser entendido por Mogrovejo y sus allegados.
A pesar de su importancia, el «Libro de vissitas» no es de fácil lectura dado su contenido y mal estado
de conservación. Fue compuesto, al parecer, en 1605, a partir de la consulta de diversos documentos
existentes en el archivo de la curia, como el «Libro particular de las leguas», el «Libro viejo de la
visita general», entre otros. Los copistas extrajeron de ellos, como se dijo, información económica y
estadística. Esta, a su vez, aparece acompañada de numerosas anotaciones marginales, lo cual evidencia
que el libro fue consultado, actualizado y confrontado con otros documentos generados en las visitas
episcopales. Adicionalmente, el pobre estado de conservación de los últimos cien folios, debido al
deterioro ocasionado por la humedad, impide en buena medida su lectura, puesto que se ha perdido
mayormente el texto.
Un documento con tales características habría demandado un cuidadoso trabajo de edición. Sin
embargo, se advierte que la transcripción paleográca a cargo de José Antonio Benito es poco rigurosa,
ya que algunos pasajes han sido reproducidos elmente, otros, modernizados y no faltan los que han
sido mal leídos. Para ilustrar esto último, citamos dos ejemplos: «Tiene por anexo esta doctrina los
pueblos siguientes que Su Señoría visitó haber la gente que de suyo irá declarada en cada uno de
ellos», transcribe Benito, pero el manuscrito dice: «Tiene por anexo esta doctrina los pueblos siguientes
que Su Señoría visitó y halló aver la gente que de iuso irá declarada en cada uno de ellos» (Benito,
2006, p. 111). En otro pasaje, Benito lee: «El pueblo de PoSu Señoría Ilustrísima tiene 26 tributarios»,
aun cuando el manuscrito dice: «El pueblo de Posi tiene veynte y seis tributarios» (Ibídem, p. 125).
Incomprensiblemente, la grafía de los topónimos ha sido modernizada, lo cual nos priva de valiosa
información histórica y lingüística. Más aun, algunos de los topónimos no han sido correctamente
leídos: «Pyxán» por «Payxán» (Ibídem, p. 51); «Los reynos de Chinchacocha» por «Los Reyes de
Chinchacocha» (Ibídem, p. 189); «Chimbacocha” por «Chinchacocha» (Ibídem, p. 200); «Taquilpén»
y «Taquilpán» por “Taquilpón» (Ibídem, p. 343).
Otro problema de la edición de Benito es la trascripción de las numerosas anotaciones marginales
que guran en el manuscrito. De un lado, no todas han sido transcritas, de otro, no se ha respetado
su ubicación original, sino que se ha preferido copiarlas a continuación del texto principal. Esto hace
difícil su comprensión, ya que se trata de anotaciones que complementan y remiten a la información