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REVISTA DEL ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN
Historia
La imprenta de El Mercurio (1862-1865): una empresa
editorial en Lima del siglo XIX
Víctor Arrambide Cruz
1,a
Resumen
Este artículo analiza la trayectoria de la imprenta de El Mercurio, creada por Manuel A. Fuentes para
competir con El Comercio. El estudio de esta empresa, desde su fundación en 1862, hasta su venta al
Estado peruano en 1865, nos permite conocer la cultura material de las imprentas limeñas del siglo
XIX, las estrategias comerciales que debían emprender para sostener su economía, y su relación con
los gobiernos.
Palabras clave: Prensa; Imprenta; Periódico; Perú (Fuente: Tesauro UNESCO).
The printing press of El Mercurio (1862-1865): a publishing
company in Lima in the 19th century
Abstract
This article analyzes the trajectory of the printing press of El Mercurio, created by Manuel A. Fuentes
to compete with El Comercio. The study of this company, from its foundation in 1862, until its sale to
the Peruvian State in 1865, allows us to know the material culture of the Lima presses of the nineteenth
century, the commercial strategies that should be undertaken to sustain its economy, and its relationship
with the governments.
Keywords: Press; Printing workshops; News papers; Perú (Source: UNESCO Thesaurus).
1
Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Facultad de Ciencias Sociales.
a
Licenciado en Historia.
Recibido: 04/03/2019 Aprobado: 25/05/2019. En línea: 17/06/2019
Citar como: Arrambide V. (2019). La imprenta de El Mercurio (1862-1865): una empresa editorial en Lima del siglo
XIX. Rev Arch Gen Nac. 34(1), 9-30. doi: https://doi.org/10.37840/ragn.v34i1.79
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Víctor Arrambide CruzRev Arch Gen Nac. 2020; 34(1): 9-30
Introducción
Una imprenta no solo es un taller de publicación y distribución de una amplia gama de bienes culturales
impresos, sino también una empresa de producción que genera diversidad de discursos y textos
como manuales, decretos públicos, información comercial y económica, documentos cientícos, etc.
(Gonzáles, 2004, p. 91). Los talleres de imprenta cuentan con una base organizativa, porque no solo se
circunscriben a una sala de máquinas, sino también con ocinas de redacción, contabilidad, librería y
distribución, lo que implica que en estos establecimientos exista una clara división del trabajo, sobre
todo a mediados del siglo XIX, con los adelantos tecnológicos producto de la revolución industrial.
El principal de estos adelantos fue la prensa a vapor, que inuyó en la reducción de costos, la mayor
importación de tinta y papel, y el incremento de la producción de impresos, sobre todo en los periódicos.
Por ello, el papel de las imprentas en la difusión de la información fue muy importante en la época, por
lo que eran considerados vehículos de «Difusión y apropiación de ideologías, conocimientos, historias,
experiencias, leyendas, aventuras, vivencias e imágenes» (Suárez, 2001, p. 131).
A mediados de la década de 1860, en Lima había alrededor de diez imprentas, poco más de 60 cajistas
y cerca de 20 prensistas (Fuentes, 1863b, pp. 371-373). Se tiene poca información de lo que implicaba
conformar un establecimiento, si hablamos de un negocio de una regular producción, con máquinas
de gran tamaño ―importadas― sobre todo si imprimían periódicos. En las imprentas de este tipo, por
lo general, estaban involucrados varios socios, como por ejemplo, El Comercio y El Nacional
1
. Una
imprenta de este tipo podría costar alrededor de los 60 mil pesos, una cifra que limitaba la posibilidad
que aumentara el número de grandes imprentas, teniendo en cuenta, además, que la maquinaria y los
insumos eran totalmente importados. También hay que considerar que esporádicamente surgían talleres
para la producción de un periódico que utilizaban las máquinas que otros talleres ya no usaban.
Este artículo se dedica a una de estas imprentas que aparecieron en Lima en la segunda mitad del siglo
XIX. La imprenta que editó El Mercurio, un diario que buscó competir con El Comercio. El estudio
de este establecimiento nos permite conocer la cultura material de las imprentas limeñas del siglo
XIX, las estrategias comerciales que debían emprender para sostener su economía, y su relación con
los gobiernos de turno. Para esta historia será importante conocer las máquinas y útiles de imprenta
que se usaban para la producción de publicaciones, mostrando innovaciones tecnológicas, por ello nos
centraremos en su producto más importante: El Mercurio.
Los estudios de la imprenta republicana en el Perú son aún una veta de investigación por explorar, sobre
todo si tenemos en cuenta que la imprenta «Permite cruzar campos tan variados como la historia del
libro, la historia económica, la historia social, la historia política, la historia institucional, la historia
de la técnica, la historia artística, etc.» (Longeard, 2003, t. 1, p. 2). Marcel Velázquez había llamado la
atención que en los estudios sobre la prensa decimonónica falta por identicar los aspectos materiales
y tecnológicos (Velázquez, 2009, p. 21); en ese sentido, no existen estudios sobre la imprenta de El
Mercurio. Víctor Arrambide estudia la imprenta del Estado entre 1821 y 1871, analizando no solo
su producción, sino también los inventarios con el n de conocer el desarrollo tecnológico existente
(Arrambide, 2016). En otros países, el tema de la imprenta mereció la atención de más estudios,
1
Los socios en la producción de El Comercio eran Manuel Amunátegui, Alejandro Villota y José María Monterola, quien regentaba la
imprenta, aunque en la historia ocial del diario su papel pasa desapercibido. En el caso de El Nacional, en 1870, su fundador Juan
Francisco Pazos vendió la imprenta a la sociedad conformada por Francisco Flores Chinarro, Federico Luna, Manuel María del Valle y
Cesáreo Chacaltana. AGN. Protocolos Notariales, s. XIX. N.º 360, Miguel Antonio de la Lama 1870, fs. 877v-880v.
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por ejemplo, en el caso mexicano, Laura Suárez, desde una perspectiva cultural, reúne una serie de
trabajos sobre el alcance de la letra impresa, la lectura, las actividades editoriales, etc. (Suárez, 2001),
y para Francia, Gwladys Longeard, analiza cómo la Imprenta Nacional francesa, entre 1870 y 1910,
se convirtió en una de las primeras experiencias de industria pública en dicho país (Longeard, 2003).
Los antecedentes de la imprenta de El Mercurio
La imprenta de El Mercurio surgió producto de la reunión de materiales de antiguas imprentas,
algunas de propiedad del Estado, con la adquisición de nuevos materiales. Algunos de estos materiales
provenían de la imprenta que editaba El Heraldo. En 1856, en un contexto de disputa doctrinaria
entre conservadores y liberales en la Convención Nacional por una nueva Constitución, el gobierno
del Ramón Castilla clausuró El Heraldo, disponiendo que sus útiles de imprenta pasen a la Imprenta
del Estado
2
. En 1860, se entregó a José Enrique del Campo algunos materiales de la Imprenta del
Estado, además de los útiles de la antigua imprenta de El Heraldo, para la publicación de un periódico
«ministerial», que apoye al gobierno
3
. El empleo de los recursos públicos para nes ajenos a las
actividades estatales, en este caso de materiales de imprenta, es una práctica normalizada en la mayoría
de gobiernos del XIX. Así, y a pesar de las objeciones del administrador de la Imprenta del Estado,
Eusebio Aranda, quien alertaba sobre los perjuicios que traería en la publicación del periódico ocial,
el gobierno estaba decidido en la publicación del periódico ocialista. Así, desde el 1.° de diciembre de
1860 se empezó a publicar La Independencia, que luego pasó a denominarse El Independiente
4
.
Luego del n de la publicación de El Independiente, en enero de 1862, Manuel Atanasio Fuentes recibió
los materiales que habían servido para publicar este periódico
5
. Fuentes (1820-1889), uno de los más
prolícos escritores del s. XIX, conocido como el «Murciélago» por el nombre de su periódico satírico,
fue un hombre de ideas conservadoras, fue muy crítico con Castilla, sobre todo en el bienio 1855-
1856, cuando editó El Murciélago y colaboraba en El Heraldo. En 1856, cuando estalló en Arequipa la
sublevación liderada por Vivanco contra la Constitución liberal, publicó en esa ciudad El Murciélago.
Con la derrota de Vivanco, se instaló en Chile donde reapareció su periódico y escribió su satírica
2
Arrambide, 2016, p. 69. El Heraldo se publicó entre 1854 y 1856, redactado por Luciano Benjamín Cisneros y Toribio Pacheco. Entre
los materiales entregados a la Imprenta del Estado estuvieron: «Una prensa con sus respectivas ramas, fasquetas, cilindros, imposiciones,
cuñas, etc.; ocho pares de cajas; seis burros dobles; doce galeras; dos pliegos de letra pica, y cuatro de entredos y seis surtidos de letras
ornamentales». AGN. Ministerio de Hacienda. O.L. 426-136. Lima, 9 de septiembre de 1860.
3
AGN. Ministerio de Hacienda. O.L. 426-137. Lima, 10 de noviembre de 1860. La imprenta que recibió Del Campo estaba conformada
por «Una prensa con todos sus útiles; un aparato de cilindro; dos fasquetas; una rama; un mazo; un serrucho, cuñas, palos, etc.; diez
galeras; dos tablones para sacar formas; un molde para fundir cilindro; tres pliegos letra pica; uno id. entredos; cuatro juegos letra de
encabezamientos; rayas e interlíneas trozadas; seis pares cajas; un cajón con un poco de tinta; veinte resmas de papel para imprimir; cinco
cajoncitos en que se hallan los tipos; tres id. grandes en que se hallan los demás útiles expresados». José Enrique del Campo (1836-1881)
fue un impresor que inició su actividad a nes de la década de 1850, trabajando con su tío, Mariano Nicolás Corpancho, secretario del
presidente Castilla. Esta relación le valió a Del Campo el nombramiento como encargado de la impresión del Boletín del Ejército, que se
publicó en el norte del país entre octubre de 1859 y febrero de 1860, con motivo de la guerra con Ecuador. Arrambide, 2016, p. 70.
4
Este periódico pasó a llamarse El Independiente desde el 5 de enero de 1861. En agosto de 1861, Manuel Vicente Camacho y Juan
Sánchez Silva propusieron al Estado mejorar la publicación de El Independiente. Pidieron la compra de una imprenta en los Estados
Unidos, imprimir 1500 ejemplares, pagar al Estado mensualmente 500 pesos, cobrar por las impresiones ociales una cuarta parte menos
que la Imprenta del Estado. La propuesta fue aprobada otorgándoles 10 000 pesos para la compra de la imprenta en Estados Unidos.
AGN. Ministerio de Hacienda. O.L. 433-171. Lima, 28 de agosto de 1861. El Independiente dejó de publicarse el 31 de enero de 1862.
5
AGN. Ministerio de Hacienda. O.L. 441-66. Lima, 12 de febrero de 1862. La relación de los materiales entregados a Fuentes se
encuentra en el Apéndice documental 1.
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Biografía del Excmo. e Ilustrísimo Señor Don Ramón Castilla (1856). Luego del viraje de Castilla
hacia el conservadurismo, Fuentes cambió su actitud respecto a él. Así, recibió el apoyo del gobierno
en la publicación de la Estadística General de Lima (1858) y las Memorias de los virreyes (1859), entre
otras obras. Esta relación con el régimen castillista le facilitó la adjudicación de dicha imprenta.
La imprenta de la calle de la Rifa N.° 58
Con los materiales de imprenta que recibió Fuentes, se estableció en una casa en la calle de la Rifa,
propiedad de Francisco de Rivero
6
. Allí, desde nes de ese mes, se publicó La Gaceta Judicial
7
y, en
marzo, con José Enrique del Campo como regente de la imprenta, se inició la publicación de La Época,
periódico que duró hasta inicios de noviembre de 1862
8
. En el poco tiempo que existió la tipografía de
La Época, se hizo cargo de algunas impresiones ociales, como la Memoria del Ministro de Gobierno
de 1862, lo que demuestra cierto favoritismo y apoyo nanciero por parte del régimen castillista.
Semanas después del cierre de La Época, en la misma imprenta de la calle de la Rifa, salió
el primer número de El Mercurio, cuyo propósito «Defenderá con independencia, con
calma y con estricta moderación, los intereses de la patria y nada más que los de la patria»
9
.
Sobre este diario, Porras decía:
(…) diario comercial y político, notable por su servicio informativo y por su amenidad a
toda prueba, desde el editorial y la gacetilla reidora, hasta los comunicados. Fuentes hace
desde El Mercurio una risueña oposición al ministro don José Gregorio Paz Soldán, ilustre
hombre público, cuyo mayor pecado político era para El Murciélago ser chato de narices.
A la muerte de San Román El Mercurio se pliega convenientemente a Pezet (Porras, 1921).
Este periódico buscó competir política y económicamente con El Comercio, que se encontraba en la
misma calle. En el aspecto político, Manuel A. Fuentes, ligado al pensamiento conservador, hizo frente
a la orientación liberal de El Comercio, sobre todo con la llegada a la redacción del colombiano José
María Samper. El enfrentamiento entre ambos diarios llegó, incluso, a límites que rozaban con la honra.
De ese enfrentamiento han quedado para la posteridad Un vampiro. Especie de cuasi-poema prosaico
y estrambótico, en varias partes y diversos tonos, por Un Cachiporrero, y la Biografía del Murciélago,
escrita por él mismo para proporcionar un momento de placer a su tocayo D. Manuel Amunátegui,
propietario del acreditado periódico El Comercio, ambos publicados en 1863.
Para impactar en un mercado donde El Comercio no tenía competencia
10
, se optó como estrategia
comercial remitir gratuitamente sus tres primeros números a varias personas, esperando que se
suscribieran al periódico, para ello se establecieron unas tarifas menores que las de El Comercio. La
suscripción mensual a El Mercurio era de 2 pesos, es decir, 16 reales, frente a los 20 reales que cobraba
El Comercio; además, la base tarifaria de El Mercurio permitía las suscripciones trimestrales por 5
6
La casa de la calle de la Rifa N.° 46, con el cambio de nomenclatura pasaría a ser parte del jirón Ayacucho, y la numeración de la casa
sería el N.° 58. Actualmente es el jirón Miró Quesada 360.
7
La Gaceta Judicial. N.° 216. Lima, 24 de febrero de 1862.
8
La Época. Año I, N.° 1. Lima, 8 de marzo de 1862. [Colofón]: Tipografía de la Época, por J. Enrique del Campo. Calle de la Rifa N.° 46.
Se publicaron 187 números, hasta el 3 de noviembre de 1862. Este diario fue administrado por José Miguel Hernández.
9
El Mercurio N.° 1, Lima, 17 de noviembre de 1862.
10
Sobre la primacía de El Comercio frente a los periódicos contemporáneos, ver Peralta, 2003, pp. 83-84.
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pesos 4 reales, semestrales por 10 pesos y anuales por 18 pesos. El suscriptor de provincia tenía que
pagar por adelantado un trimestre. Por la publicación de un aviso de 10 líneas, 25 centavos (frente a
4 reales de El Comercio, o sea 40 centavos) y para la publicación de remitidos, El Mercurio cobraba
tres pesos por la primera columna y veinte reales por las demás, mientras que El Comercio cobraba
seis pesos por cada columna. Por último, a partir de marzo del siguiente año entregaría mensualmente
a los suscriptores, «Un hermoso gurín igual al que acompañaba al Monitor de la Moda»
11
. La tarea
era difícil, El Comercio tenía casi un cuarto de siglo en el mercado y se había consolidado gracias a
los remitidos, artículos pagados por sus autores (en su mayoría anónimos), donde no solo se discutían
temas actuales, sino se atacaba la vida privada de las personas
12
. La estrategia comercial de Fuentes
dio sus frutos al poco tiempo, según un aviso publicado a los pocos meses de aparecer el periódico,
donde se señalaba que en tan solo treinta días habían alcanzado los 500 suscriptores (El Mercurio
N.° 40, Lima, 6 de enero de 1863). Además, en diciembre, la distribución de las secciones cambió,
colocándose en la portada los avisos comerciales, que muchas veces sobrepasaban hasta la segunda
página, demostrándonos que el periódico captaba un importante avisaje comercial.
11
El Monitor de la Moda fue un periódico dirigido por Manuel A. Fuentes en 1860. Estaba dirigido al público femenino, con «Artículos
de literatura nacional y extranjera, modas, cuentos, anécdotas, etc. etc. y de un pliego de crónica registrando hechos originales de la
quincena. Cada número va acompañado de un hermoso gurín ricamente iluminado, dándose además cada año cuatro patrones de
vestidos de tamaño natural con sus necesarias explicaciones». El Comercio N.° 6305, Lima, 30 de enero de 1860.
12
Sobre la publicación de los remitidos en El Comercio, ver el trabajo de Whipple, 2013, pp. 97-107.
Figura 1. Edición dominical de El Mercurio, en 1863. Nótese los avisos comerciales
de diferentes tamaños en la portada (BNP)
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El Mercurio para 1863 traería una novedad, la publicación regular de una edición dominical. Si bien desde
1827 aparecieron los primeros diarios (El Telégrafo y El Mercurio Peruano), estos no se publicaban
ni domingo ni feriados, salvo excepciones. La imprenta del Mercurio demostraba así su capacidad de
producción, consiguiendo solventar el trabajo dominical con grandes avisos en las ediciones de ese
día. Por otro lado, El Mercurio no fue el único periódico producido por esa imprenta. Los hijos del
Murciélago, Francisco y Manuel Aurelio, publicaron entre 1862 y 1863 El Nene, «Periódico diminuto,
divertido, romántico y poético. Escrito por niños para personas de toda edad, sexo, condición y estado»
(El Mercurio N.° 11, Lima, 28 de noviembre de 1862).
Aunque la imprenta establecida en la calle de la Rifa N.° 58 producía El Mercurio, aún no había
sido nombrada así hasta el 21 de febrero de 1863, con la regencia de Carlos Prince, en reemplazo de
José Miguel Hernández. Este impresor francés llegó al Perú en 1862 y le dio un impulso importante
a los trabajos de dicha casa editora, con nuevas técnicas tipográcas provenientes de Europa y los
Estados Unidos, además que la calidad del trabajo del periódico era superior a El Comercio
13
. Sobre el
establecimiento, Fuentes consideraba que era «Por la riqueza y abundancia de sus materiales y por el
arreglo de sus ocinas, la mejor de América del Sur». Tal vez sea una exageración de su parte, teniendo
en cuenta que en Argentina, Brasil y Chile había una industria tipográca de buena calidad. En el caso
peruano, y en especíco Lima, se conoce poco sobre los materiales que se usaban en otras imprentas,
sobre todo de las de José Masías o Aurelio Alfaro, que eran de las que más publicaban en La Época.
Desde la aparición de El Mercurio, era importante la promoción de los trabajos que se hacían en la
imprenta, y de la llegada de maquinaria moderna. Por ejemplo, era indispensable dar a conocer al
público lector las adquisiciones que llegaban del extranjero:
13
Sobre Carlos Prince y su trayectoria como impresor y editor, ver Morales, 2016.
Figura 2. El Nene, periódico eventual
aparecido entre 1862-1863 (BNP)
Figura 3. Aviso sobre El Nene, publicado en El
Mercurio (1862)
La ocina de este diario acaba de recibir de las mejores fábricas de Estados Unidos y de
Francia, un abundante y exquisito surtido de útiles de imprenta y encuadernación, que tiene el
honor de poner a disposición del público, a quien garantiza la más escrupulosa exactitud en el
cumplimiento de sus compromisos, esmerada corrección y toda la perfección de impresión de:
folletos, conocimientos, recibos, pólizas, etiquetas, letras de cambio, pagarés, tarjetas, carteles,
convites para funerales, y cuanto se encargue de los ramos de la imprenta y encuadernación a
los precios más moderados (El Mercurio N.° 1, Lima, 17 de noviembre de 1862).
15
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La llegada de Prince a la imprenta coincidiría también con la adquisición de nuevo material, por lo
que se buscaba cajistas y prensistas con urgencia (El Mercurio N.° 81, Lima, 20 de febrero de 1863).
Según uno de los avisos publicados en El Mercurio, la imprenta recibió en mayo viñetas, papel de
obras, letras de cambio, tinta na para vales y para carteles, y «Fondos electrolíticos que producen una
impresión más na que la mejor litografía», además de una prensa R. Hoe con una capacidad de 1000
ejemplares por hora. La nueva tecnología le permitirá a El Mercurio una mejor calidad de impresión,
como, por ejemplo, con la publicación de un mapa detallado de la ciudad norteamericana Charleston y
sus alrededores y otro del cauce del río Mississippi (El Mercurio N.° 156. Lima, 7 de mayo de 1863),
o el uso de varios colores en una impresión, como en este aviso publicado en la Guía de domicilio de
Lima para el año de 1864.
Figura 4. Aviso publicitario de la imprenta de El Mercurio (Fuentes, 1863b)
Para 1864, El Mercurio ya contaba con una ocina para recepción de avisos y remitidos en el Portal de
Botoneros además de con un corresponsal y agente de avisos, y anuncios en los Estados Unidos, para
ello se creó una sección de «Avisos Extranjeros».
Por último, es importante referirnos a la casa que ocupaba la imprenta. Fuentes en su libro sobre Lima
decía lo siguiente:
La casa que ocupa es espaciosa, y está dividida en tres partes, la primera se compone de
las ocinas de redacción, administración, etc.; la segunda que es un gran salón en cuya
parte alta hay una hermosa galería; en esta y en la parte baja están colocados los burros
de tipos pudiendo trabajar en ellos sesenta operarios; la tercera parte, está ocupada por
prensas para obras y periódicos, por la máquina a vapor que las mueve y por labaderos, etc.
(Fuentes, 1867, pp. 67-68).
En la misma obra se presentó un grabado del establecimiento, visto desde la puerta principal. No
se sabe a ciencia cierta si es una imagen el del establecimiento, puede considerarse, más bien, una
imagen idealizada, con una serie de detalles y adornos, presentada por Fuentes en una obra que se
16
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14
AGN, Protocolos Notariales, s. XIX, Claudio José Suárez, N.° 913 1865-1866, f. 923.
15
Sobre el papel de la prensa en la revolución de 1865, ver Arrambide, 2018, pp. 346-354.
Figura 5. Grabado del local de la imprenta de El Mercurio (Fuentes, 1867)
El 6 de septiembre de 1865, Fuentes se dirigió al gobierno de Juan Antonio Pezet, ofreciéndole los
útiles e instalaciones de su imprenta por setenta mil soles
14
. El gobierno se estaba enfrentado en ese
momento la «Revolución Restauradora» y necesitaba incrementar la propaganda del régimen, y El
Mercurio había sido partidario del régimen de Pezet
15
. La propuesta fue aceptada de inmediato, y se
ordenó la elaboración de un inventario y tasación de los útiles de la imprenta, para lo cual nombrarían
dos peritos, uno por cada una de las partes. Por el Gobierno, se nombró al impresor Mariano Murga,
mientras Fuentes comisionó ese trabajo a Carlos Prince.
publicó en Francia. En ella se ve el zaguán y el patio de la casa, alrededor de la pileta hay dos hombres,
uno con traje negro y sombrero de copa –que podría ser el mismo Fuentes– y otro con un traje blanco,
que parece un empleado, mirando a un caballo, que sería el que usaba para la distribución de las
publicaciones. Al fondo, dentro de la casa, el salón de máquinas, donde se aprecian los chibaletes y dos
cajistas. En otra imagen del libro vemos el detalle de esos trabajadores.
17
La imprenta de El MercurioRev Arch Gen Nac. 2020; 34(1): 9-30
16
El detalle de los útiles que poseía la Imprenta del Mercurio se encuentra en el Apéndice documental 2.
17
AGN, Protocolos Notariales, s. XIX, Claudio José Suárez, N.° 913 1865-1866, fs. 941v.
Figura 6. Tasación de la imprenta de El Mercurio, 1865 (AGN)
El estudio del inventario nos permite conocer al detalle las máquinas, útiles y enseres y el nivel de
conservación en el que estaban. Entre los útiles de imprenta, El Mercurio poseía quince prensas
de diversos tamaños, una gran máquina de vapor para mover cuatro de esas prensas, alrededor
de 1200 herramientas para la impresión, 27 máquinas encuadernadoras, y más de 5000 útiles de
encuadernación. El departamento de tipos y cajas poseía más de 10 000 libras de tipos diversos, 65
chibaletes, entre pequeños y grandes, más de 100 útiles utilizados para la composición. Finalmente,
la imprenta poseía 4550 ejemplares de diversas obras. Según el inventario, todo esto sumaba 57
959,2 pesos
16
. Aparte se inventarió el menaje de la casa y otros objetos, que serían destinados a
otras dependencias públicas. Si comparamos estos útiles con los que ya poseía la imprenta del
Estado, vemos que la adquisición de esta imprenta la beneciaba totalmente. En ese sentido, la
resolución del 16 de octubre, que ocializó la compra de la imprenta, demuestra la clara intención
del Estado de contar con una imprenta y un periódico que pueda competir con los que circulaban
en la capital:
Primero, que es conveniente para el Estado tener un establecimiento en el cual se puedan
satisfacerse todas las exigencias del servicio público en el importante ramo de la imprenta;
Segundo, que así mismo es provechoso para el país el sostener un periódico en el cual
se deendan las ideas de orden y de justicia
17
.
18
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18
Ibídem. f. 942.
19
De acuerdo con la equivalencia establecida por la ley reemplazó el peso por el sol, los 70 000 pesos recibidos por Fuentes equivalían a
56 000 soles.
20
El Nacional. Diario político, literario y comercial. N.° 1. Lima, 24 de noviembre de 1865. [Colofón]: Imprenta de El Nacional, Calle de la
Rifa 58, por Carlos Prince. Pazos tenía un largo trayecto periodístico. En 1858 junto a Ricardo Palma y Lorenzo García editó El Liberal,
luego pasaría a ser redactor de El Comercio hasta el gobierno de San Román, que lo nombró su secretario. Con José María Quimper editaría
El Perú, en 1864. Al año siguiente, acompañando a la revolución de Prado, se encargó de la edición del Boletín de la Revolución. El Nacional
por muchos años llegaría a ser el periódico más grande que fue impreso en el Perú. (Basadre, 2005, 5: 260; Paz Soldán, 1879 p. 45)
Puede entenderse, entonces, que el Gobierno pensaba contar con un órgano ocialista, más que reformar su
periódico ocial, tal como había pasado con El Independiente. En cuanto al gasto, aunque fue elevado, era
necesario, porque el Gobierno consideraba la compra de la imprenta de El Mercurio como una inversión:
La posición de la imprenta del Mercurio proporcionará al Fisco una verdadera economía
en la impresión del Periódico ocial, mensajes, memorias y demás publicaciones de la
administración que no pudiendo hoy hacerse todas en la imprenta del Gobierno ocasiona
gastos tan crecidos, que apenas basta para ellos la partida votaba en el Presupuesto de la
República
18
.
Finalmente, el 24 de octubre de 1865, el Gobierno cerró la compra de imprenta y demás accesorios de
la casa por 70 000 pesos, en vez de los 70 000 soles que Fuentes pidió
19
. El beneciado entregaría a la
persona nombrada por el gobierno los útiles de la imprenta, lo pondría al tanto de los datos para el buen
funcionamiento del periódico y la imprenta, y se encargaría del traspaso del arrendamiento de la casa
que ocupaba. A los pocos meses, Fuentes con su familia partieron rumbo a Francia.
Figura 7. Recibo de suscripción de El Mercurio, 1863 (Colección privada)
El destino de la imprenta de El Mercurio
La caída del gobierno de Pezet llevó al poder a Mariano Ignacio Prado, quien había iniciado en Arequipa
la «Revolución Restauradora». A nes de noviembre de 1865 se les entregó la imprenta de El Mercurio
a Juan Francisco Pazos y Rafael Vial, quienes se habían encargado de la prensa durante la campaña
de Prado. Con esta imprenta se publicó un nuevo diario: El Nacional
20
. Los trabajos de impresión
continuaron a cargo de Carlos Prince hasta septiembre de 1866, cuando se lo encargaron a Mariano
Murga. Los actuales propietarios resaltaban en las páginas del diario los materiales y útiles que tenían
para publicar el diario:
19
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El Nacional pasó a imprimirse en un local de la calle de Melchor Malo, donde permaneció hasta su último número, en 1903.
22
El Progreso. Diario político, comercial y literario. Año I, N.° 1. Lima, 19 de enero de 1867. [Colofón]: Imprenta de “El Progreso” calle
de la Rifa 58, por Mariano Murga. Se pub licaron 144 números, hasta el 12 de julio de 1867.
23
Boletín Ocial del Ejército. Tomo 1, N° 1. Islay, 19 de octubre de 1867. [Colofón]: Imp. del Boletín del Ejército, por Mariano Murga. Se
imprimieron 9 números, hasta el 22 de diciembre de 1867. Aparte de Islay se imprimieron números en Sachaca y Arequipa.
Esta imprenta, la mejor que hasta hoy se halla planticado no solo en Lima, sino en toda
América, tiene un abundante y exquisito surtido de tipos y materiales de imprenta de las
mejores fundidoras en Estados Unidos… Cuatro máquinas de vapor permiten entregar las
obras en la mayor brevedad (El Nacional. N.° 3. Lima, 27 de noviembre de 1865).
Los editores de El Nacional hicieron usufructo de la imprenta sin ninguna contraprestación, hasta
inicios de 1867, que retornaron dicho material al Estado
21
. Entonces, el gobierno de Prado consideró
que era importante contar con un nuevo «órgano de publicidad», teniendo en cuenta los cambios en la
política hacendaria y la reorganización administrativa y constitucional que pretendía su gobierno, en
un contexto donde se debatía una nueva Constitución. Por ello, dispuso la publicación de El Progreso,
un diario «ministerial» que en su formato y tipografía era idéntico a El Mercurio
22
. Los trabajos
de impresión estuvieron a cargo de Mariano Murga, partidario de Prado. La publicación del nuevo
periódico fue muy criticada por El Comercio, quien exigía se muestre las condiciones del contrato de
una imprenta que vale 80 000 pesos (El Comercio. N.° 9257. Lima, 26 de febrero de 1867; N.° 9265.
Lima, 8 de marzo de 1867 y N.° 9277. Lima, 20 de marzo de 1867). Además, a la nueva imprenta se
le había adjudicado la impresión del Diario de los Debates del Congreso, a lo que al parecer también
aspiraba El Nacional. Evidentemente tuvo esta adjudicación por ser un órgano ocialista del gobierno,
aunque El Nacional en su momento también había obtenido en concesión la imprenta de El Mercurio
por la relación de sus dueños con Prado. Finalmente, como los dueños de la casa de la Rifa deseaban
venderla, los materiales de imprenta fueron depositados en el antiguo convento de San Pedro, con un
costo mayor a los mil pesos (El Progreso. N.° 143. Lima, del 11 de julio de 1867).
Así, dejó de publicarse El Progreso. Los materiales que se quedaron en el convento no fueron utilizados
por muchos meses, salvo una parte fue utilizada en la campaña de Prado para aplacar la rebelión
conservadora del sur liderada por Pedro Diez Canseco, donde se imprimió el Boletín Ocial del
Ejército
23
. Tendría que pasar varios meses, hasta enero de 1868, cuando Manuel A. Fuentes, quien había
regresado de Francia, rescató el material que alguna vez fue de su propiedad, para que sea parte de un
nuevo proyecto: la reorganización de la imprenta del Estado (Arrambide, 2016, pp. 89-111).
Conclusiones
La Imprenta de El Mercurio fue una de las más importantes imprentas de su época, por el tamaño de sus
instalaciones, número de máquinas y cantidad de operarios distribuidos en sus diferentes departamentos.
Manuel A. Fuentes implementó un establecimiento con la tecnología más moderna de su tiempo, con
los conocimientos en las técnicas de impresión que trajo Carlos Prince.
20
Víctor Arrambide CruzRev Arch Gen Nac. 2020; 34(1): 9-30
La estrategia comercial de la Imprenta de El Mercurio para competir con El Comercio nos abre a
muchas posibilidades para conocer cómo funcionaban estas empresas editoriales que se conformaban
para la edición de un periódico como producto principal, pero que realizaba todo tipo de trabajos
de impresión. A las estrategias comerciales debe sumarse la capacidad política de los empresarios a
relacionarse con el gobierno de turno, para conseguir auspicios o benecios, como nanciamiento de
maquinarias, suscripciones o el nanciamiento para publicar obras ociales.
La corta existencia de la imprenta de El Mercurio no se debió a un fracaso comercial, sino más bien a
la coyuntura política. Fuentes, quien se había aliado al gobierno Pezet en el contexto de la guerra con
España, pudo conseguir que este gobierno, en pleno conicto internacional y guerra civil, le compre
su imprenta. Sin embargo, el gobierno que compró la imprenta fue derrocado y el nuevo gobierno,
el de Prado, decidió utilizarlo para otros nes. Eso nos demuestra la importancia de una imprenta
para la producción de periódicos anes a los gobiernos de turno. Dos ejemplos los tenemos en las
conscaciones de la imprenta de El Heraldo en 1856 y la compra de la de El Mercurio en 1865, en un
principio estaban destinadas a mejorar la imprenta del Estado y la publicación del periódico ocial,
pero por el contrario, fueron utilizados para la publicación de diarios ocialistas.
21
La imprenta de El MercurioRev Arch Gen Nac. 2020; 34(1): 9-30
24
Según la crónica asistieron Algunos frayles y clérigos que vinieron a uer las estas.
Apéndice documental 1
Útiles de la Imprenta del Estado que han servido para la publicación del diario «El
Independiente» (1862)
24
Inventario que en cumplimiento de lo dispuesto por el Ministerio de Hacienda el 3 del corriente forman los
que suscriben de los útiles de la Imprenta que han servido para la publicación del diario «El Independiente».
2 dos prensas con todos sus útiles
2 dos aparatos de cilindros completos
3 tres frasquetas
4 cuatro ramas
1 un arco para cilindro
1 uno id. pequeño para pruebas
1 una mesa para prensa
1 una Id. para tinta
20 veinte galeras
1 una volandera
3 tres burros dobles
6 seis id. sencillos
3 tres tablones para sacar formas
1 un lavador forrado en zinc
1 un molde para fundir cilindro
3 tres pliegos letra pica
1 uno Id. entredos
4 cuatro juegos letras de encabezamiento
14 pares de cajas
1 una fundición de lectura chica compuesta de tres pliegos
1 una cabayete para recibir galeras
1 una cajón con cuñas de palo, mazo, cerrucho, cepillo para pruebas, atacador etc. etc.
1 una oya de erro
1 una Id. de lata, un valde, una brosa, una fuelle, seis candeleros de lata una luna, una escoba
5 cinco cajoncitos de tipos sobrantes
3 cajones grandes en mal estado
Varias rayas de latón interlíneas trozadas
Nota:
Comparadas las especies existentes con los Inventarios anteriores, resulta no existir las veinte resmas de papel por
haberse empleado en la impresión, y lo mismo la tinta, según lo ha hecho presente D. Enrique del Campo al vericar la
entrega de estos útiles, y también se encuentran demás las prendas siguientes. Una resma que se ha manifestado pertenece
a la Imprenta de D. Juan Sánchez Silva, diez galeras, una volandera, un cabayete para galeras, una oya de erro, otra id.
de lata, un valde, una brosa, un fuelle, seis candeleros de lata, una lima y una escoba. Lima, febrero 15 de 1862
Manuel García. Juan Sánchez Silva.
Recibí todas las especies expresadas en el anterior inventario. Lima, febrero 16 de 1862.
Manuel A. Fuentes.
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Víctor Arrambide CruzRev Arch Gen Nac. 2020; 34(1): 9-30
25
AGN, Protocolos Notariales, s. XIX. Claudio José Suárez, N.° 913 1865-1866. fs. 924-935v.
Apéndice documental 2
Tasación de la Imprenta de “El Mercurio” (1865)
25
2 Máquinas grandes de cilindro para periódico u obras a tres mil pesos cada una 6,000
2 Ídem pequeñas para remiendos o impresiones sueltas a mil pesos cada una 2,000
1 Una ídem de platina vertical para tarjetas, trescientos pesos 300
2 Ídem pequeñas de palanca para ídem a cincuenta pesos c/u 100
4 Prensas grandes del Washington tamaño mayor a quinientos pesos cada una 2,000
2 Ídem medianas a trescientos cincuenta cada una 700
2 Ídem pequeñas para impresiones sueltas y remiendas a cien pesos cada una 200
1 vapor de la fuerza de cuatro caballos con su respectiva caldera y demás accesorios,
para mover cuatro prensas 1,900
4 Cuatro aparatos para dar tinta en prensa de mano a sesenta pesos cada una 240
16 ramas grandes para periódicos y obras a veinte pesos c/u 320
19 ramas medianas para obras y remiendos, a quince pesos c/u 285
4 Lavadores grandes de madera forrados en sin [sic] a treinta pesos cada uno 120
2 Ídem más pequeños a quince pesos cada uno 30
5 mesas chicas para poner papel impreso a cuatro pesos cada una 24
3 Ídem grandes para lo mismo a ocho pesos cada una 24
1 una ídem de cajón, para guardar tinta ocho pesos 8
4 armazones grandes para cilindros, a cinco pesos cada uno 20
15 Ídem chicos, para ídem de dos pesos cuatro reales cada uno 37.4
5 Acuñadores de erro a un peso dos reales cada uno 6.2
1 Una bioza para lavar formas 1.4
7 Cepillos para sacar pruebas a un peso cuatro reales c/u 10.4
1 maso para acuñar formas 1
1000 Cuñas de diferentes tamaños 12
40 libras de cola para hacer cilindros a tres reales libra 15
53 Ídem tinta de diferentes colores para impresiones a cuatro pesos cuatro reales libra 238.4
30 Libras de barniz para disolver la tinta de colores a un peso libra 30
2 Molinetes de cristal, para moler la tinta a dos pesos cuatro reales cada uno 5
1 Caldera de lata para hacer cilindros 6
2 Ídem de cobre para lo mismo a dieziocho pesos cada uno 36
4 Cuatro yardas de goma elástica a diez y ocho pesos c/yarda 40
1 máquina para cargar casar registro 100
1 Ídem para hacer realses de Hoer y Ca. 600
15,410.2
Útiles de Encuadernación
2 Máquinas de taladrar folletos a cincuenta pesos c/u 100
1 Una ídem de recortar de Laurent de gran tamaño 800
1 Una ídem Americana de Hoer y Ca. muy pequeño 300
23
La imprenta de El MercurioRev Arch Gen Nac. 2020; 34(1): 9-30
2 Ídem Para el mismo objeto de Hoer y Ca. A sesenta pesos c/u 120
4 Prensas de recortar y aprensar a veinte pesos cada una 80
1 Una máquina para satinar tarjetas de Laurent y Deverny 120
1 Ídem de aprensar con tornillos de Hoer y Ca. 350
1 Ídem ídem del mismo autor 300
1 Ídem ídem del Laurent y Deverny 350
1 Ídem ídem más pequeña 75
1 máquina para satinar por vapor Laurent y Deverny 700
1 una mesa de tijeras para cortar cartones toda de erro de Hoer y Ca. 100
1 Una ídem para lo mismo de madera de Hoer y Ca. 60
1 Una máquina para cortar cartón en formas circuladas y ovaladas de Hoer y Ca. 80
1 Aparato para cortar cartulina 30
1 prensa de recortar y cuadrar el papel de Hoer y Ca. 50
6 telares para coser libros a tres pesos cada uno 18
1 cojín con su cajón para dorar, con dos cuchillas 12
189 marroquines nos a cinco pesos cada uno 945
43 taletes nas, a tres pesos cuatro reales cada uno 150.4
137 cueros ordinarios a dos pesos cada uno 274
13 badanas nas a dos pesos cuatro reales cada una 32.4
72 Ídem ordinarias a dos pesos cada una 144
180 varas género para formar libros a 6 reales vara 81
200 pliegos papel dorado no para centro de libros a medio real c/u 12.4
6 pares tablas para armar lomos, a tres pesos cuatro reales cada par 21
1 martillo de erro para golpear libros 3
6 Ídem para lomos de los libros a dos pesos cada uno 12
3 Tijeras a un peso cuatro reales cada una 4.4
2 Serruchos con sus cajas a dos pesos cada uno 4
8 resmas papel yaspiado para forros, a ocho pesos resma 64
1 Una ídem ídem no 16
1 Un compás 1.4
1 cajón con doce tablas ribeteadas de bronce 50
40 tablitas para aprensar 40
4 rejas para yaspear libros 4
2 bruñidores de acero a dos pesos cuatro reales cada uno 5
2 ídem de agatas a dos pesos cuatro reales cada uno 5
2 ruedas para dorar las tapas de los libros a seis pesos c/u 12
8 ruedas para ídem a diez pesos cada una 80
8 ídem para ídem a ocho pesos cada una 64
50 cuñas a sellos surtidos para dorar 60
8 letes a tres pesos cada uno 24
4 juegos tipos de bronce a doce pesos cuatro reales c/u 50
4 planchas de erro para aprensar a cuatro pesos c/u 16
3 letes de acero para las máquinas a siete pesos cada uno 21
1 juego de líneas para los lomos 5
1 ídem de esquinas 25
24
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1 un centro 7
1 adorno para esquinas 30
1 ídem para centro 30
30 mangos de madera para las ruedas, cinco pesos 5
[3] Tres broches para encolar a un peso cuatro reales c/u 4.4
200 cierres de metal dorados para libros 15
50 cincuenta guarniciones para esquinas y platecidas y doradas 5
10 ídem ricas de feligrana 10
120 letras góticas de metal 12
82 adornos para tapas de libros 8
1 cuadro grande de metal para relieve 60
1 uno ídem mediano de ídem ídem 30
1 ídem pequeño ídem ídem. 22
4 placas para inscripciones de redacción, administración, corrección y direcciones
a dos pesos cada una 8
4 surtidos de letras de metal para poner títulos en los libros 60
1 Un escudo de la República del Perú de metal 10
100 letras de metal con cinco componedores de los mismo para la encuadernación 25
500 cartones para satinar 90
2 arrobas cartón para patas de libros 10
21 resmas papel doble no para obras a diez pesos resmas 210
59 ídem ídem sin cola para seis pesos resma 353
1000 mil pliegos papel de porcelana para tarjetas a un real pliego 125
1000 mil id. de cartulinas doble para tarjetas a medio real pliego 62.4
4 resmas papel de la china para billetes de banco a veinticinco pesos resmas 100
4 ídem papel de cartas estampado para recibos a doce pesos resma 72
7 ídem papel rayado no a diez pesos resmas 70
13 ídem ídem no blanco para impresiones a diez pesos resma 130
71 cajitas papel de luto con labores para convites de entierros a un peso
cuatro reales caja 106.4
110 ídem papel de luto para convites de entierro a un peso caja 110
26 ídem de papel labrado para esquelas a un peso dos reales caja 32,4
36 paquetes sobres labrados para cartas a un peso cada paquete 36
49 ídem sobres para convites de entierros a un peso cada uno 49
18 cajas tarjetas grandes doradas y labradas a dos pesos cada caja 36
17 ídem pequeñas de colores a un peso cuatro reales cada una 25.4
26 ídem tarjetas de tamaño común de colores, a un peso dos reales cada una 32.4
6 paquetes tarjetas labradas de colores a dos pesos cada paquete 12
22 paquetes ídem nos tamaño común a un peso paquete 22
3 ídem hilo no para coser en telar a dos pesos cada paquete seis pesos 6
36 ovillos pita na, a cuatro reales cada ovillo 18
10 ídem ídem ordinarias a cuatro reales ovillo 5
2 rollos cintas para lomos a dos pesos rollo 4
7 siete paquetitos pan de oro no, para dorar a cuatro reales 3.4
16 libros de letras de cambio impresas en fondos de colores empastados,
a diez pesos libro 160
25
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91 botellas tinta na para escribir a un peso cada una 91
54 resmas papel superno negro a dieciocho pesos resma 972
40 paquetes sobres color negro a dos pesos paquete 80
200 tapas hechas de cartón para libros a cuatro reales cada una 100
2 rollos de pergamino a cinco pesos cada uno 10
2 resmas papel gaspiada para forros a ochos pesos resma 10
4 rollos para forros de libros que son ochenta varas a cinco reales vara 50
57 máquinas nas a seis pesos cada uno 242
9,810
Departamento de tipos y cajas
636 libras de Atanaci a seis reales libra 477
1737 ídem de pica a un pesos libra 1,737
2078 ídem lectura chica a un peso dos reales libra 2,597.4
2534 ídem de entre dos a un peso cuatro reales libra 3,796.4
257 ídem de ídem chica a un peso seis reales libra 449.6
576 ídem breviario a dos pesos libra 1,125
541 ídem de non par a dos pesos cuatro reales libra 1,352.4
10 ídem de perla a tres pesos libra 30
10 ídem de diamante a tres pesos cuatro reales libra 35
200 ídem de entre dos francés a un peso cuatro reales libra 300
50 ídem de letra negra de entre dos titulares a dos pesos libra 100
300 ídem de pica a un peso libra 300
500 ídem de lectura chica a un peso dos reales libra 625
200 ídem de entre dos, a un peso cuatro reales cada libra 300
229 pares de bajas a tres pesos cada par seiscientos setenta y ocho pesos 378
35 chivaletes dobles con telares para cajas a ochos pesos cada una 280
25 ídem sencillos con telares a seis pesos cada uno 150
5 estantes con diez peos de cajas cada uno a cincuenta peos cada estante 250
[2] dos mesas de mármol para armar, a ciento diez pesos c/u 220
480 libras doble parangón a seis reales libra 350
210 ídem gran cano a seis reales libra 157.4
180 ídem peticana a seis reales libra 135
15 surtidos de letras de palo grandes para carteles a veinticinco pesos cada surtido 375
32 ídem ídem mediana ídem a quince pesos el surtido 480
84 ídem ídem de ídem y de plomo a diez pesos surtido 840
1 estante con telares para letras de carteles 50
3 ídem compuestos de cajetines para letras sobrante a cien pesos 300
2 tableros grandes con sus pies respectivos para poner composiciones y formas
a veinticinco pesos cada uno 50
1 un ídem más chico para lo mismo 15
3 chibaletes grandes con sus galeras para poner letra a treinta pesos cada una 90
2 ídem chinos para lo mismo a veinte pesos cada uno 40
1 prensa para sacar pruebas con su armazón de erro y su respectivo cajón 100
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1 prensa para sacar pruebas con armazón de madera y cajón 60
400 libras granituras para imposiciones de formas a cuatro reales libra 200
60 ídem cuadrados huecos a tres reales libra 22,4
[5] volanderas grandes a seis pesos cada uno 30
9 ídem chicas a cuatro pesos cada uno 30
3 máquinas para formar esquinas en rollos de metal a plomo a
veinticinco pesos cada uno 75
2 ídem de palanca para cortar rollos a veinte pesos cada una 40
2 ídem ídem más chicas a dieciocho pesos cada una 36
10 galeras para pruebas de dos columnas todas de metal a cinco pesos cada una 50
12 ídem de metal angostas para los mismo a cuatro pesos cada una 48
80 ídem e madera para sacar pruebas a un peso cuatro reales cada una 120
319 pies rallas de metal a seis reales cada pie 239.2
2 cajas rallas de metal sistemática a cincuenta pesos cada caja 100
50 pies rallas de plomo a un peso cada pie 50
1 surtido de llaves de metal de diferentes tamaños 25
1 ídem rigotes de metal 25
20 círculos y óvalos metal a un peso cada uno 20
30 componedores de erro a cinco pesos cada uno 150
1 caja de cuadrados cilindros 50
1 una ídem sellado de combinación de metal 100
1 una ídem surtida de rasgos 200
1 una surtido rigotes de bronce 25
100 cien libras interlíneas a cuatro reales libra 50
2 tablones para cargar formas a diez pesos cada una 20
24 juegos de combinaciones para fondos unos sencillos y otros dobles a
veinte pesos juego 480
25 ídem de los mismo a veinte pesos 500
141 jeroglícos con el centro hueco a dos pulgadas hasta veinte a dos pesos cuatro
reales cada uno 352.4
482 ídem masisos de diferentes tamaños a dos pesos cuatro reales cada uno 1,205
320 ídem chicos a cuatro reales cada uno 160
173 letras oreadas para principios de Capítulos a cuatro reales libras 86.4
110 signos de pesos, min. y libras esterlinas que se usan en pagarés a
cuatro reales cada una 55
8 ídem grandes de pesos para pagarés a un peso cada uno 8
24 cliseés entre pagarés, recibos y letras de cambio bañadas en cobre a
tres pesos cada uno 72
21 surtidos de letras góticas para carátulas de ocho libras cada surtido a dieciséis
pesos cada uno 336
79 ídem de letras de doce libras cada surtido a dieciocho pesos c/u 1,422
31 ídem de ídem alongees de diferentes tamaños de doce libras cada uno a
dieciocho pesos 558
31 ídem de letras escritura para recibos y pagarés noventa y cinco libras
cada uno a treinta y siete pesos cuatro reales surtido 1,162.4
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2 ídem letras góticas para talones de cincuenta libras cada una,
a cien pesos cada surtido 200
1 un fardo pita para atar páginas 10
12 tamboriletes para aplanar la letra a un peso cada uno 12
21 clisees para fondos de letras y pagarés a tres pesos cada uno 63
500 ejemplares encuadernados a la rústica en papel común del mundo tal cual
será en a cuatro reales 250
500 ídem Polémicas de Campoamor a la rústica a un peso cuatro reales cada ejemplar 750
500 ídem virgen de las lilas a la rústica a seis reales ejemplar 375
500 ídem Derecho “Administrativo” político por Foderé en papel no a la rústica a
tres pesos cuatro reales ejemplar 1,750
400 ídem manual de Mitología a cuatro reales ejemplar 200
500 ídem Código penal a cuatro reales ídem 250
500 Leyes y decretos de la República sin encuadernar a dos pesos cuatro reales 1,250
500 ídem Higiene de la Infancia a cuatro reales ejemplar 250
100 ídem en cinco tomos causas célebres sin encuadernar a cinco pesos ejemplar 500
50 ídem los verdaderos Miserables a seis reales ejemplar 375
500 Libros empastados diferente sobras a un peso cada uno 500
32,739
Total $ 57,959.2
28
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Referencias
Fuentes primarias
Documentos
Archivo General de la Nación (AGN)
Ministerio de Hacienda (1821-1868)
Ministerio de Justicia (1862-1870)
Protocolos Notariales, siglo XIX
Periódicos
El Comercio (1860-1867)
El Heraldo (1854-1856)
El Mercurio (1862-1865)
El Nacional (1865-1867)
El Nene (1862-1863)
El Peruano (1860-1865)
El Progreso (1867)
La Época (1862)
La Gaceta Judicial (1861-1862)
La Independencia -El Independiente- (1860-1862)
Fuentes secundarias
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Correspondencia
Víctor Arrambide Cruz
victormdc@gmail.com