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Fiesta barroca en el Perú con don Quijote de protagonista (1607)
Francisco Javier Campos y Fernández
Revista del Archivo General de la Nación N.° 33
2018, 9-34
distinguido asistente fue don Pedro de Peralta Cabeza de Vaca, corregidor de Condesuyos
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; Peralta fue
acompañado de su hermana doña María de Peralta y su marido don Juan de Larrea, relator de la Real
Audiencia de Charcas, y las hijas de este matrimonio, las jóvenes Mariana, Clara y Ana Larrea Peralta,
que fueron destinatarias con su madre de los premios que le ofrecieron los triunfadores de la sortija.
El núcleo central de la esta fue la celebración de un juego de sortija donde hay que demostrar
soltura y habilidad en montar a caballo y destreza y arte para saber ensartar la sortija o anillo en la lanza
que portan los corredores mientras galopan
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; por eso era una prueba de hidalgos, caballeros y personas
nobles relacionadas con el uso de las armas y la caballería
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. A esta esta se le añadió una pantomima,
donde los concursantes salieron disfrazados graciosamente y acompañados de cortejos formados por
buen número de personas y grupos musicales; la explicación de la caracterización elegida iba escrita en
unas cartelas por medio de unos versos ingeniosos de forma similar a la de los emblemas y jeroglícos.
El programa de la esta se desarrolló según el modelo establecido
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. Precedió el anuncio de
la misma por medio en una encamisada, que era un acto popular nocturno con antorchas donde los
participantes acudían montados a caballos y disfrazados. En este caso, deslaron «más de quarenta»
con el cartel de la convocatoria para diez días después, que colocaron debajo de un rico dosel de
terciopelo; la convocatoria se hacía en tono jocoso y por eso los nueve invitados lo rmaron con
nombres de conocidos caballeros del mundo literario caballeresco y de la leyenda.
Por ser la crónica muy breve, apenas se reseña el escenario del espectáculo, aunque sí lo
hace con la descripción de los trajes, tocados y armas para demostrar la categoría socioeconómica de
los participantes. Para ver la similitud de estos espectáculos se pueden comparar con otros muchos;
escogemos, especialmente por cervantino, el celebrado en Zaragoza, donde don Miguel participó en
el certamen de poesía que se convocó con unas glosas donde ganó el primer premio de la sección
segunda
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.
El recuerdo de esta esta fue muy apreciado para Cervantes porque lo reere en El Quijote.
En la escena que le sucede en casa de don Diego de Miranda, Caballero del Verde Gabán, deja su
opinión sobre las glosas literarias por boca de don Alonso, cuando le dice al joven poeta manchego:
Y si es alguna glosa, a mí se me entiende algo de achaques de glosas, y holgaría saberlos;
y si es que son de justa literaria, procure vuesa merced llevar el segundo premio; que el
primero siempre se lleva el favor o la gran calidad de la persona, el segundo se lo lleva la
mera justicia, y el tercero viene a ser segundo, y el primero, a esta cuenta, será el tercero, al
modo de las licencias que se dan en las universidades; pero con todo esto, gran personaje es
el nombre de primero;
43 En la administración republicada del Perú la provincia de Condesuyos es una de las ocho circunscripciones que integran el Departamento
de Arequipa y Chuquibamba es su capital, fundada en 1565.
44 Gálvez, 1999 [1792], pp. 365-382; Martínez, 1999; Perea, 2010, vol. VII, pp. 6513-6514.
45 De forma magistral ya había enseñado poco antes B. Castiglione el uso festivo de las armas y la preparación del caballero, que ambas
cosas iban unidas: Aprouechan tambien las armas en tiempo de paz para diuersos exercicios. Muestranfe y honrrasefe con ellas los
caualleros en las estas publicas en presencia del pueblo, de las damas, y de los principes. Por esso cumple que nuestro Cortesano
sea muy buen Cauallero de la brida, y de la gineta, y que no se contente con solo tener buen ojo en conocer vn cauallo, y fer diestro
en menearle (…) De los exercicios del cuerpo ay algunos que casi siempre se hacen en lugares publicos, como el justar, en tornear,
eI jugar a las cañas; y todos los otros que cuelgan de las armas. Auiendo luego nuestro Cortesano de exercitarse en estos, lleue
primeramente tan buen concierto de cauallo, de armas, y de adereços que no le falte nada, y viéndose bien a punto de todo esto, se
quede, Que si lo hiziese mal no seria buena desculpa decir que no tenia buen cauallo o buenas armas. 1591, pp. 31 y 72-92v, respect.
46 Leonard, 1996, pp. 248-252.
47 Martel, 1595, pp. 29-32 (encamisada); pp. 53-55 (sortija); Campos, 2018, pp. 227-244.