Revista del Archivo General de la Nación
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se cobijaron bajo la intercepción de un santo o una santa que, en virtud de
sus especiales atributos, fueron venerados como sus patrones. Sabiéndolo
pues, nada tiene de extraño que el platero de oro matritense Pedro Negrillo
al llegar y residir en Lima se hiciera cofrade de dos de estas instituciones: la
cofradía del Glorioso Patrón San Eloy de los plateros, con sede en la iglesia
del monasterio de Señor San Agustín; y la cofradía de Nuestra Señora de la
Misericordia en el convento de Nuestra Señora de las Mercedes, Redención
de los Cautivos. Su pertenencia a la primera de estas organizaciones es
conocida de manera referencial, mientras que sobre la segunda no sabemos
realmente nada; de ahí nuestra decisión de abordar en este apartado la
faceta de hermano cofrade del personaje central de este estudio. Torre
Revello, según hemos adelantado, en 1932 publicó un pionero estudio
disciplinar en el cual adjuntó una transcripción documental bajo el
epígrafe de “Testimonio de las Constituciones de la Cofradía de San Eloy y
Nuestra Señora de la Misericordia, instituida por los plateros de Lima en el
convento de San Agustín de dicha ciudad”. Mucho tiempo después, esto es
en 1989, Heredia Moreno, a partir de la lectura rápida de este documento,
propuso que Antonio Ruiz Barragán, así como Pedro Negrillo y otros
maestros plateros rmaron las Constituciones de la mencionada cofradía
de San Eloy y Nuestra Señora de la Misericordia, fundada en el convento
de San Agustín de Lima el año 1597
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. En tal ocasión, lamentablemente, la
mencionada estudiosa no advirtió, en primer término, que Torre Revello
había señalado que el documento materia del epígrafe carecía de fecha: “sin
fecha”, y en vista de ello propuso tentativamente la de 1597, encerrada para
tal efecto entre corchetes. En segundo término, tampoco se percató de que
Lima siglo XVI”, en Cuadernos de Historia Numismática, N° V, págs.41-59, Lima: Banco Central
de Reserva del Perú, 1993, y Artesanos y manufactureros en Lima colonial, Lima: Banco Central
de Reserva del Perú-Instituto de Estudios Peruanos (IEP), 2008. Y para las segundas, Celestino
Olinda- Meyers Albert: Las cofradías en el Perú: Región central, Frankfurt/Main: Verlag Klaus
Dieter Vervuert, Editionen del Iberoamericana Reihe III, 1981; “La dinámica socioeconómica del
patrimonio cofradial en el Perú colonial: Jauja en el siglo XVII, en Revista Española de Antropología
Americana, vol. 11, Madrid, 1981, págs. 183-206; Varon Gabai, Rafael: “Cofradías de indios y poder
local en el Perú: Huaraz, siglo XVII”, en Alpanchis, vol. 17, núm. 20, Cuzco, 1983, págs. 127-146;
Egoávil, Teresa: Las cofradías en Lima. Siglos XVII y XVIII, Lima: Seminario de Historia Rural
Andina, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, 1986; Garland, Beatriz y Ramos, Gabriela:
“Las cofradías en Lima durante la colonia. Una primera aproximación”, en La Venida del reino
(Gabriela Ramos comp.), Lima: CERA, Bartolomé de las Casas, 1994, págs. 199-228; y, Rodríguez,
Joaquín: “Las cofradías de Perú en la modernidad y el espíritu de la contrarreforma”, en Anuario de
Estudios Americanos, T. LII, vol.2, Sevilla, 1995, págs.15-43.
185 Heredia Moreno, Ob. cit., pág.46.