Revista del Archivo General de la Nación
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La principal fuente de agua de este valle era la gran acequia de Piedra
Liza. Ésta nacía en las faldas del cerro de San Cristóbal, junto al camino
que iba al valle de Lurigancho, donde tomaba sus aguas del río Rímac,
teniendo una capacidad de setenta riegos;
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las disposiciones señalaban que
debía recibir la cuarta parte del total de agua que trajese el río Rímac. En
términos contemporáneos diríamos que esta acequia nacía en la zona de
Tres Compuertas, junto al barrio de Piedra Liza, al pie de la avenida 9 de
octubre que conduce al distrito de San Juan de Lurigancho.
En la toma principal se dividía en dos bocas. La derecha era llamada
de Amancaes y tenía una capacidad de once riegos;
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también era llamada
Acequia Alta de San Cristóbal;
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pasaba por el costado del Convento de
los Descalzos, irrigaba su huerta y la contigua denominada “La Ramos”,
dirigiéndose luego a la huerta “Palomares” y a otras más, como “El Al-
tillo”, “La Hoyada”, “Buenamuerte” y “Muñoz”. La otra boca se dirigía a la
huerta de Potau (actual cuartel policial de El Potao), para continuar hacia
las huertas de Tobilla, Nieves y Corbacho. Luego de regar un gran número
de chacras y huertas en su trayecto, y de dar origen a acequias menores, la
acequia de Piedra Liza llegaba hasta la hacienda Aznapuquio, en el actual
distrito limeño de Los Olivos. La zona circundante a la Alameda de los
Descalzos y la parroquia de San Lázaro, era conocida como Barrio Nuevo.
Amancaes era la zona adyacente al camino hacia la pampa de Amancaes,
sede de la famosa esta popular dedicada a San Juan, vigente durante
todo el período colonial y buena parte del republicano. En términos
contemporáneos, abarcaba las actuales urbanizaciones Amancaes, El
Bosque, Ciudad y Campo, La Florida, El Manzano, Palomares y La Huerta,
entre otras. La acequia Amancaes se encargaba de irrigar estas tierras.
Una prorrata para el pago de visita y revisita, así como de la limpieza
general del cauce principal de esta acequia, correspondiente al año 1785,
nos permite conocer las seis propiedades rurales nombradas como del
3 Cerdán y Pontero (1793) señala que, en los valles de Lima, la expresión riego correspondía a “el
Agua que puede introducirse por la abertura, ú oquedad de una sexma en quadro, que es la 6ª parte
de una vara quadrada…”. Precisa, a continuación, que un riego es la cantidad de agua que suele
adjudicarse por cada diez fanegadas de tierra sembrable.
4 AGN. Cabildo, Juzgado Privativo de Aguas, Legajo 212, Cuaderno 64, año 1784.
5 AGN. Cabildo, Juzgado Privativo de Aguas, Legajo 215, Cuaderno 142, año 1795.