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por el estilo y pierden así el mérito frustrando (sic) los planes amorosos
de Dios, sobre Uds. No hijas, sacriquen su amor propio, sigan el
ejemplo de los Santos ¿Cómo se han portado ellos? Una Santa Teresita
¿cuánto sufrió? Y San Juan de la Cruz ¿era estimado y honrado?, que
disparate, su alimento diario era el desprecio de sus mismos hermanos,
lo maltrataban hasta en el refectorio, en lugar de darle de comer le
pegaban y después, lo botaban sin darle nada; y Uds que sufren...? no
podrían soportar las trataran no digo así, un poco bruscamente no más.
La más pequeña contrariedad las espanta, si algo les cuesta no lo hacen,
en una palabra, quieren ser buenas, pero sin trabajo, sin dominarse en
nada ¿qué se han gurado, acaso la santidad es una obra de juego o
de risa? Oh no! Es una cosa muy seria y que exige mucha atención,
sobretodo en aprovechar las pequeñas ocasiones de practicar la virtud,
pues, ¿cómo serán por ejemplo pacientes, si nadie las mortica? No
se hagan ilusiones... si no saben dominarse, negar a su naturaleza lo
que les pide, fracasarían como ha sucedido a tantas personas que no
han querido anonadarse y el orgullo las ha perdido, además el trono
que Dios les tiene preparado en el cielo lo perderán, pues la gloria de
allá está en proporción con los méritos que adquiramos en la tierra,
allá seremos elevadas, si aquí hemos sido humilladas, contrariadas,
morticadas; que esto les sirva pues hijas para ser indiferentes a todo y
que si hay algo que escoger sea siempre lo más humilde, que no tengan
pues preferencia para un empleo, más que para otro, que todo les sea
igual cuando se trata de la voluntad de Dios, vean a los ángeles ¿están
descontentos acaso cuando Dios les pone al lado de un Santo o de un
malvado?, no, están tan contentos con uno como con otro, encuentran
la misma satisfacción y se consideran felices de cumplir la voluntad
divina. Pues hagan Uds como ellos, cuando conocen la voluntad de
Dios manifestada por sus superiores, vayan sin vacilar, no se pongan a
consultar con su naturaleza si les cuesta o no y mucho menos preferir su
propia voluntad cuando se encuentra un poco penosa la de Dios y esto
lo hacen en varias circunstancias, preeren por decirlo así la criatura
antes que a Dios, les pondré un ejemplo: Se les ofrece una ocasión
de faltar a la regla, pues bien, menos les cuesta contristar al Corazón
de Jesús y herirlo que vencer un simple respeto humano recordando
a la hermana que les habla en la hora del silencio; díganme es más
fácil faltar a la regla o pasar por encima un simple respeto humano?
Después se disculpan diciendo: Madre he faltado a mi regla, porque no
tuve valor de decirle a la otra hermana que estábamos faltando (Paget:
Instrucciones: 1888).
La Madre SS.CC. Hermasie Paget, “Salvadora de Lima” ¿Mito o realidad histórica?