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El Marqués Bernardo de Torre Tagle: ¿Patriota o traidor? Torre
Tagle y la independencia de Lambayeque
Jorge Luis Castro
Revista del Archivo General de la Nación
2017, N° 32, 243-270
pa logra entrar a Moyobamba después de varios encuentros, consolidando así la declaración
de independencia (Pons Muzzo, 1996, p. 88). Resulta pues evidente que la voluntad, deseo
y, sobre todo, accionar de Torre Tagle estaba por la causa insurgente. Sin embargo, Roel
insinúa que de no mediar la invitación de San Martín, Torre Tagle hubiese permanecido en
la indiferencia y la inacción. De similar opinión es Reynaldo Moya Espinoza que arma
que “Torre Tagle no había de proclamar la independencia por convicción libertaria, sino
porque Trujillo se encuentra aislado y a merced del ejército de San Martín” (Moya citado
en Hernández, 2008, p. 299).
Comentemos esto detenidamente. San Martín necesitaba la adhesión de la Inten-
dencia de Trujillo, no conocía a Torre Tagle y ciertamente su posición militar, al menos
frente al norte del país, era favorable. Resulta, pues, bastante lógico que le dirigiera al
señor Intendente esta invitación, quizá sutilmente conminatoria. Le dirige desde Supe la ya
mencionada comunicación que Torre Tagle contesta en términos de exaltado patriotismo y
regocijo el 2 de diciembre, diciendo que él mismo había nanciado con su propio peculio
la formación del regimiento Concordia del Perú con el que se había propuesto proclamar
la independencia de Lima. Dice luego Torre Tagle que había regresado de España conven-
cido del “despotismo e injusta arbitrariedad del Gabinete de Madrid”. Se muestra entonces
como un patriota enfervorizado. ¿Albergaba Torre Tagle sentimientos patrióticos o escribió
una carta hipócrita y falsa porque su posición militar no le era favorable? ¿Colaboró y se
mantuvo cerca de San Martín porque así le convenía? Los eternos detractores de Tagle res-
ponden armativamente estas preguntas. Nosotros planteamos que Torre Tagle actuó since-
ramente. Hay un episodio poco conocido de su vida que explicaría en parte la sinceridad de
su sentimiento patriótico inicial. Estando en España, Tagle ascendió al grado de brigadier
en 1815 y luego fue nombrado Intendente de La Paz, cargo con el que regresó al Perú el
29 de noviembre de 1819; sin embargo, no pudo ejercerlo porque el ansiado lugar estaba
ocupado por un allegado del virrey, el coronel Juan Sánchez Lima (Morales, 2008, p. 173).
No es difícil imaginar la frustración que debió sentir, por eso quizá escribió en su carta del
2 de diciembre que regresó “convencido de la degradación, deshonra y vilipendio con que
son gobernados por el despotismo e injusta arbitrariedad del gabinete de Madrid”. Por esto,
postulamos que Torre Tagle en 1820 era un convencido patriota.
Estas declaraciones, la de Lambayeque, la de Trujillo, la de Cajamarca, la de Piura,
y la de Moyobamba, serían de gran importancia para los intereses libertarios. En 1846 Itu-
rregui visitó a San Martín en su exilio parisino, entonces el Libertador le dijo: “Si ustedes
no se pronuncian por la Patria y me auxilian como lo hicieron, me habría reembarcado para
Chile. Tal era la situación en que me hallaba”
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; de allí la importancia de los movimientos
del norte para la causa patriota. Hay que decir que no solo San Martín reconoció y valoró
el aporte del marqués, sino que el ministro Bernardo Monteagudo dejó testimonio de ello
cuando en carta dirigida a Bernardo O’Higgins el 14 de marzo de 1821 escribió: “Nos ha
llegado a Huacho La Emprendedora de Huanchaco, con sus trescientos cincuentaicinco
hombres entre una compañía suelta del Numancia que estaba en Trujillo y el escuadrón
8 inGunza, 2010, p. 48; GerBerdinG, 1953, p. 7.