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Revista del Archivo General de la Nación 2024; 39(1); 119-122 Enrique F. Ballona-Arrascue
y continuo. Por lo tanto, no sorprenden la extensión ni la distribución del libro para
describir todo este proceso3. Simplemente con lo segundo, podemos inferir que los
autores van a situar al lector en tiempos y espacios históricos muy distintos —y en
algunos casos complejos— con el n de comprender las acciones y repercusiones del
objeto de estudio (Mario Vargas Llosa). Vamos a reseñar el corpus argumental en el
cual se divide la obra clasicándolo en cuatros partes.
La primera parte está ambientada en la década de los sesenta, cuando la máxima de
Vargas Llosa era que, dentro de todos los ideales políticos existentes, la libertad de
expresión debía ser inmutable, idea que conserva hasta el día de hoy. El socialismo
internacional pasaba por una nueva etapa: Stalin y su era de terror habían muerto, ergo,
las purgas y los gulags ya no tenían razón de ser. La génesis del desencanto socialista,
como podría denominarse esta primera parte, estaría relacionada con el escándalo
provocado por los procesos judiciales, desarrollados entre La Habana y Moscú,
contra los escritores Aníbal Escalante, Andréi Siniavski, Yuli Daniel y Aleksandr
Solzhenitsyn. Las condenas aplicadas a estos últimos enfurecieron a Vargas Llosa
al punto de publicar artículos mostrando su clara oposición a las censuras cubana y
soviética, además de brindar su apoyo a algunos de los implicados.
La segunda parte del libro, que podría denominarse de madurez del desencanto
socialista, evidencia el atropello de sus derechos de propiedad intelectual, pues La
ciudad y los perros había sido traducida y publicada en la Unión Soviética sin el
debido consentimiento editorial (Seix Barral) ni autoral (Vargas Llosa), enterándose
este último de dicho accionar durante su estancia en La Habana. La sorpresa fue aún
mayor al percatarse del enorme tiraje de la novela y de la abundancia de recortes, e
incluso modicaciones, que había sufrido por parte de los censores. En este apartado,
Aguirre y Buynova revelan todos los pormenores de la versión rusa no autorizada y su
impacto sobre Mario, siendo esto su eje central. El arequipeño tilda de «contradicción
losóca» tal accionar en un país en donde, supuestamente, se respetaba a los
trabajadores. Los subtemas abordados son igual de interesantes: el mercado literario
soviético, la escasez de títulos extranjeros en idioma ruso (o en cualquier otra lengua
de la URSS), los derechos de autor para ciudadanos no soviéticos, y cómo estos
últimos veían al propio Vargas Llosa.
No obstante, hubiese sido deseable conocer un poco más sobre la visión de Vargas
Llosa respecto a Mai 68, aunque se entiende al no ser ese el objetivo del ensayo y que
investigarlo resultaría muy complejo debido a la escasa documentación disponible.
Considero que este suceso, motivador de la idea de que la beauté est dans la rue4,
debió ser un detonante para Mario y Julia (la famosa “tía Julia” Urquidi), pues ambos
vivieron en Francia y conocían de primera mano la realidad parisina. Mario era
3 Son nueve los apartados: «Introducción», «Vargas Llosa y el socialismo en Cuba y la Unión Soviética»,
«La traducción y censura de La ciudad y los perros en la Unión Soviética», «Vargas Llosa en Moscú»,
«De la visita a Moscú a ‘los asuntos de Checoslovaquia’», «Conclusión», «Coda», «Apéndice
documental» y «Agradecimientos».
4 “La belleza está en la calle”.