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Hugo Pereyra Plasencia, La independencia del Perú:
¿guerra colonial o guerra civil? Una aproximación
desde la teoría de las Relaciones Internacionales.
Badajoz: Centro Extremeño de Estudios y
Cooperación con Iberoamérica (CEXECI), Gobierno
de Extremadura, 2014; 190 p.
Rubén Robles Chinchay
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Aunque fue publicado en el extranjero hace casi nueve años,
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es necesario comen-
tar el texto de Hugo Pereyra por la singularidad de su enfoque, el cual nos permite
aprehender el periodo independentista desde una óptica que trasciende la tradicional
concepción simplista de un escenario dividido entre independentistas «buenos» y re-
alistas «malos», forjado por la historiografía republicana. Lo primero que llama la
atención de este libro lo hallamos, pues, en su marco teórico: el paradigma «realista»
de la disciplina de las Relaciones Internacionales.
Si partimos de la idea de que el hecho histórico es innito, tan innito como las
miradas que sobre él se pueden tener, se hace más comprensible la necesidad de un
marco teórico. Toda teoría señala un derrotero, un norte que nos ayuda a orientar la
investigación, aquello que desde una lógica estructurada consideramos es importante
destacar dentro de una investigación en términos de su valor explicativo, para una
mejor comprensión de los procesos históricos. Desde este punto de vista, la teoría
proporciona una especie de ventana, que permite ver aspectos de la realidad histórica
1 Licenciado en Historia, Universidad Nacional Mayor de San Marcos (Lima). Actualmente labora en la
Biblioteca Nacional del Perú. Correo electrónico: rubnrobles@gmail.com
Recibido: 20/02/2023. Aprobado: 28/03/2023. En línea: 21/11/2023
Citar como: Robles, R. (2023). Hugo Pereyra Plasencia, La independencia del Perú: ¿guerra colonial
o guerra civil? Una aproximación desde la teoría de las Relaciones Internacionales. Badajoz: Centro
Extremeño de Estudios y Cooperación con Iberoamérica (CEXECI), Gobierno de Extremadura, 2014;
190 p. Revista del Archivo General de la Nación, 38: 143-146. DOI: https://doi.org/10.37840/ragn.
v38i1.157.
2 Obra ganadora de la Primera Convocatoria de Ensayo «Pensamiento Iberoamericano», organizada por
el CEXECI. El hecho de haber sido publicada en el extranjero, y el muy escaso número de ejemplares
llegados para su venta en el Perú, han limitado su difusión tanto ante el gran público como entre los
profesionales de la historia. La obra, sin embargo, se puede descargar gratuitamente en versión pdf, en:
https://www.fundacionyuste.org/206713-2-2-3/
REVISTA DEL ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN
Reseña
Revista del Archivo General de la Nación 2023; voluen 38
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que antes estaban oscuros o que eran considerados poco importantes, o inexistentes.
El «realismo» teórico empleado por Pereyra puede resumirse, en sus propias palabras,
en las siguientes suposiciones:
[…] las relaciones internacionales, que son en esencia conictivas, tienen
como actores a estados que velan por sus intereses buscando su propia se-
guridad ante la ausencia de un poder superior que regule la convivencia
entre ellos. Desde este punto de vista, lo que priman en las relaciones in-
terestatales —en la mente de los operadores políticos que se encuentran al
frente de cada Estado— son los valores de poder y de seguridad, así como
la búsqueda de equilibrios, en una permanente alternancia entre la guerra
y la paz (p. 18).
Sin duda, esta nueva perspectiva, que trasciende el aislado sesgo nacional individual,
y permite ver una red de relaciones de dominio, de pugna, viene siendo una bocanada
de aire fresco frente al provincianismo nacionalista que ha caracterizado la historio-
grafía hispanoamericana de la Independencia desde el siglo XIX, y que se expresó en
monolíticas versiones nacionales, siempre sesgadas por mitologías, centradas en los
aspectos internos, e incluso discrepantes entre sí. En otras palabras, la teoría sugiere
que la independencia debe ser analizada bajo el marco internacional de la época y de
las relaciones e intereses interestatales.
Esta visión permite, poniéndola en este contexto internacional, superar la imagen de
la independencia construida sobre las «buenas intenciones» de los próceres y soldados
que habrían buscado extender la «llama de la libertad americana» a todo el continente,
venciendo la secular «opresión» virreinal, y favoreciendo el retorno de una era dorada
que se habría perdido con la conquista española. Queda claro que se trata de enfoques
que no resisten un análisis concienzudo, pero que, paradójicamente, han dominado
hasta hoy, sobre todo en la mentalidad colectiva de los pueblos hispanoamericanos.
Ello fue consecuencia del cuidado intencional que tuvieron las elites para grabar a
fuego estas visiones míticas, sobre todo a nivel popular, para explicar y fundamentar
el nacimiento del Estado. En esencia, se presenta a la independencia como una guerra
colonial semejante, por ejemplo, a la que enfrentó Vietnam contra la dominación fran-
cesa en el siglo XX. Sin embargo, fue, más bien, a nivel de cada localidad, e incluso
en el ámbito familiar, producto de una guerra civil entre partidarios y enemigos de la
monarquía, con participación de todas las clases sociales y grupos raciales en ambos
bandos.
En el Perú decimonónico, y recordando cómo obras que constituyen una piedra basal
de la historiografía sobre la independencia fueron escritas en el marco del conicto
peruano-español de 1864 a 1866, señala el autor: «el anti españolismo que exhibieron
los historiadores de mediados del siglo XIX fue más bien una construcción ideológi-
ca» (pp. 38-40).
Por otro lado, la obra muestra que la fuerza motriz del proceso de la independencia no
fue un conjunto de «buenas intenciones» de ayuda fraterna (que casi nunca ha existido
en las relaciones internacionales a nivel global) sino la colisión entre los intereses de
Enrique Silvestre García Vega, La meritocracia como forma de gobierno: origen, evolución y desafíos
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los nacientes estados hispanoamericanos. Desde este punto de vista, las guerras de la
independencia en Sudamérica no fueron otra cosa que una rebelión de las regiones
más alejadas, de la pobre y poco desarrollada periferia venezolana, neogranadina,
chilena y rioplatense, frente al rico espacio andino (los actuales territorios ecuatoria-
no, peruano y boliviano) donde España había llevado a cabo el núcleo de su trabajo
civilizador y desde donde se organizaba la producción platera, obrajera y el comercio
a nivel continental. La oportunidad para este desborde de la periferia hacia el centro
fue el dramático debilitamiento militar (y sobre todo naval) de España como conse-
cuencia de su destructiva guerra de Independencia contra los franceses desde 1808,
que dejó a los pueblos de Sudamérica abandonados a su propio juego. Como señala
el historiador James Lockhart, fue una especie de «inversión» del movimiento expan-
sivo de la conquista, que había comenzado en el Perú durante el siglo XVI. Aunque
todavía pobre, hay que recordar que la periferia vivía bajo la inuencia vitalizadora
del enorme comercio atlántico, producto de la Revolución Industrial inglesa que, des-
de nes del siglo XVIII, había conducido el rápido crecimiento de localidades como
Buenos Aires, Valparaíso y Cartagena.
Asimismo, la obra señala cómo, consumada la Independencia del Río de la Plata
(1816), de Chile (1818), y de la gigantesca y bioceánica Colombia bolivariana (1819),
los grupos dirigentes de estas nuevas formaciones estatales comprendieron con clari-
dad que su seguridad y vigencia como estados nación dependían de la destrucción del
bastión realista del Perú. En el caso de Chile, la motivación central tuvo, como tras-
fondo, la huella dejada por la contrarrevolución emprendida por el virrey Abascal, con
recursos logísticos y humanos de origen peruano, entre 1809 y 1815. El tiempo trans-
currido es breve, de manera que podemos comprender que era el deseo de no volver
a ver realistas peruanos deslando en triunfo en Santiago (como había ocurrido luego
de la batalla de Rancagua en 1814), y no la aspiración de ver difundida la «libertad»
al Perú, lo que explica el enorme esfuerzo que un país tan pobre hizo desde 1819 para
enviar una escuadra con el objeto de neutralizar el poder naval «español» del Pacíco
(que, para todo efecto práctico, era un poder naval peruano).
Por otro lado, la nueva aproximación teórica permite comprender que proyectos como
el de la Federación de los Andes no tenían nada que ver con lo que conocemos desde
el siglo XX como «integración», sino que fueron, más bien, proyectos hegemonistas
inspirados en la realidad europea. Bolívar se veía a sí mismo como un Napoleón ame-
ricano cuya Francia era la Gran Colombia. Recordemos que Napoleón buscó acabar
con las monarquías absolutistas, introduciendo el credo de la Revolución Francesa,
solo que en la punta de las bayonetas de sus ejércitos invasores, y sin tener en cuenta
el sufrimiento popular que entrañaban sus acciones fuera del territorio francés. Como
su maestro Napoleón, Bolívar también repetía por doquier que su labor era dar la
«libertad» a América, cuando en verdad dirigía un proyecto imperialista. La idea era
convertir a la Gran Colombia (como dice Gerhard Masur) en el nuevo «centro de
gravedad» de Sudamérica, y fragmentar y «satelizar» lo que habría quedado del Perú,
destazado a propósito.
El libro de Pereyra desarrolla una narración uida, ágil, que va desde los antecedentes
virreinales y la crisis de la monarquía, y la invasión napoleónica en 1808, hasta el
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año 1827, en que son retiradas las últimas tropas colombianas del Perú y cuando se
nombró al primer presidente constitucional de un Perú por n independiente: el cuen-
cano José de La Mar. No obstante, por momentos se detiene a analizar ciertos temas,
tales como la peculiaridad del Perú en el tiempo virreinal, el impacto a largo plazo del
levantamiento de José Gabriel Túpac Amaru, y el traumatismo que signicó para el
Bajo Perú la pérdida del Alto Perú en 1776. Otro asunto importante que ha merecido
su atención es el surgimiento del patriotismo peruano en tiempos del «Protectorado»
de San Martín (1821-1822) y de la intervención colombiana iniciada en 1823, en tiem-
pos del presidente José de la Riva-Agüero y Sánchez Boquete quien, preocupado por
el peligro de una dominación colombiana permanente, y convencido del peligro que
representaban Simón Bolívar y las fuerzas colombianas, buscó:
[…] ofrecer al virrey La Serna (con quien ya había intentado negociar antes
un armisticio) una alianza con el doble propósito de deshacerse de Bolívar
y de los colombianos y de propiciar una independencia peruana según un
modelo monárquico parecido al que había propuesto San Martín en 1820
(p. 114).
Pereyra, resalta, pues, el hecho de que Riva-Agüero promovió una Independencia
autónoma, a la mexicana, que excluyera a los «extranjeros». Autores como John Ly-
nch y Timothy Ana han sostenido que este patriotismo peruano surgió no tanto como
oposición a lo «español», sino como un rechazo al pillaje que las fuerzas de ocu-
pación de otros países hispanoamericanos ejercían sobre el territorio peruano. Este
desarrollo reforzó, de manera inesperada, al alicaído bando realista de 1821 (el año
de la proclamación de la Independencia), hasta el punto de convertirlo en una fuerza
imbatible antes de las batallas de Junín y Ayacucho. Es aquí donde Pereyra da inicio
a sus reexiones, oponiéndose a la mirada tradicional, pues caracteriza la batalla de
Ayacucho de diciembre de 1824 no como un enfrentamiento entre un ejército patriota
y otro «español», sino como una batalla entre una Colombia imperialista (con apenas
un tercio de peruanos patriotas voluntarios) y un arrinconado Perú realista, desasistido
por España, nutrido con efectivos locales, y casi sin participación de soldados penin-
sulares. Este solo episodio, que sin lugar a dudas se ve extraño casi doscientos años
después de ocurrido, sirve como punto de partida para su interesante y novedoso libro.
Desde el punto de vista de los objetivos propuestos, sin lugar a dudas Pereyra con-
sigue lo que se propone: brindar una mirada distinta, que amplía el panorama de los
estudios sobre el proceso de independencia. Este enfoque revisionista, si se quiere,
desde el marco teórico de las relaciones internacionales, ofrece una visión panorá-
mica distinta, que invita a pensar en una propuesta de análisis político de carácter
supranacional, necesario e imperioso, que suma en los esfuerzos para comprender el
complejo proceso de independencia política peruana. Por estas razones, a pesar del
tiempo transcurrido desde su publicación, este trabajo, sumado a los esfuerzos que en
el ámbito interno buscan conocer la complejidad del proceso de independencia desde
las regiones, es un texto fundamental para empezar a pensarnos como peruanos, y
como herederos de este proceso de matices diversos, y actualidad permanente.