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Medicina, miedo y pánico en la sociedad limeña
durante la Gran Rebelión: carta de una partera
aristócrata, 1781
Charles Walker
1
Karina Fernández Gonzales
2
Resumen
Este artículo permite esbozar a través de la carta de un personaje femenino llamada
Lucía, partera y aristócrata, el impacto de la rebelión de Túpac Amaru en la sociedad
limeña. Sentimientos de miedo y pánico, vividos por la población de la Ciudad de Los
Reyes, se podrán encontrar en las líneas escritas por dicha mujer, así como el concepto
de los limeños sobre José Gabriel. La carta anuncia la presencia de grandes personajes
y nos informa sobre el ocio de partera de su autora, tema interesante para futuras
investigaciones en torno a la medicina.
Palabras clave: Perú, Lima, Túpac Amaru, carta, medicina, rebelión, miedo, pánico
Medicine, Fear, and Panic in Lima During the Great Rebellion: The
Letter of an Aristocratic Midwife, 1781
Abstract
This article allows to outline, through the letter of a female character named Lucía,
a midwife and aristocrat, the impact of Túpac Amaru’s rebellion on Lima society.
Feelings of fear and panic, experienced by the population of the City of Los Reyes,
can be found in the lines written by that woman, as well as the concept of the people
of Lima about José Gabriel. The letter announces the presence of great people and
1 Doctor en Historia por la Universidad de Chicago. Profesor en la Universidad de California – Davis.
Correo electrónico: cfwalker@ucdavis.edu
2 Licenciada en Historia por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima. Correo electrónico:
korizam@gmail.com
Recibido: 26/04/2023. Aprobado: 25/05/2023. En línea: 21/11/2023.
Citar como: Walker, C. y Fernández, K. (2023). Medicina, miedo y pánico en la sociedad limeña durante
la Gran Rebelión: carta de una partera aristócrata, 1781. Revista del Archivo General de la Nación, 38:
121-128. DOI: https://doi.org/10.37840/ragn.v38i1.155.
REVISTA DEL ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN
Fuentes históricas
Revista del Archivo General de la Nación 2023; voluen 38
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informs us about the authors profession as a midwife, an interesting topic for future
research into medicine.
Keywords: Peru, Lima, Túpac Amaru, letter, medicine, rebellion, fear, panic
Durante una visita a la estupenda biblioteca de John Carter Brown, en Brown
University, encontramos una serie de documentos relacionados con la rebelión de
Túpac Amaru. Estos documentos siempre son de interés, pero varios de ellos ya
habían sido publicados y eran conocidos por los investigadores. Sin embargo, la
carpeta incluía este en particular, transcrito aquí como “Carta anónima”
3
: se trata
del testimonio de una partera aristócrata limeña, “Lusía”, escrito en la Ciudad de los
Reyes en febrero de 1781, en un momento de pánico durante la rebelión. El documento
nos brinda un testimonio único sobre cómo se experimentó la rebelión en la capital
virreinal. La autora de la carta también nos presenta información sobre su ocio y la
salud en esa época.
Sabemos poco sobre el impacto de la insurgencia en la capital del virreinato. Importantes
historiadores como Pablo Macera (1977), Alberto Flores-Galindo (1984) y Claudia
Rosas (2005) han usado los términos “miedo” o, en una evidente comparación con
la Revolución Francesa, hasta “gran miedo”
4
. Es fácil comprender que una rebelión
masiva (y para muchos misteriosa), que por ese entonces duraba más de tres meses y
no había sido contenida ni derrotada por las fuerzas del virrey, provocara el pánico.
La autora escribe con precisión y estilo. Capta muy bien la desorientación o el estupor
en Lima frente a la rebelión: “Del cholo Tupamaru no tengo que decirte otra cosa,
sino es que me guro se ha vuelto loco, y de contado quiere hacernos perder el juicio
a todos. Los daños que se ha hecho no se pueden reparar en cincuenta años” (p.
6). Los esfuerzos ociales por silenciar las noticias sobre la Gran Rebelión, o de
intentar transmitir la idea falsa de que las fuerzas realistas llevaban la ventaja, habían
fracasado rotundamente a principios de 1781. A menos de medio año del inicio del
levantamiento, Lima, y en particular la aristocracia, estaba asustada y en pánico no
solo por los eventos del Cuzco sino, también, con lo que venía ocurriendo en Charcas,
en donde se produjo una serie de levantamientos liderados inicialmente por Tomás
Katari (Serulnikov, 2010).
La autora da razones para tener una cierta conanza en una próxima derrota de los
rebeldes. Nos parece un esfuerzo tanto por mantener el buen ánimo en una situación
adversa, como de interpretar una situación grave en los términos más positivos. La
carta destaca la capacidad de Manuel Villalta, el corregidor de Abancay, quien se
convirtió en el comandante militar de la ciudad del Cuzco, y enfatiza la salida de
Lima de Gabriel Avilés, marqués de Avilés y futuro virrey del Perú, con “400 hombres
que sacó de esta ciudad” (p. 7). Avilés salió de la capital el 28 de noviembre de 1780
con 200 miembros de la milicia de los pardos libres, y días después, al enterarse
de la debacle realista en Sangarará el 18 del mismo mes, el virrey Jáuregui mandó
3 Agradecemos a la John Carter Brown por el permiso para la publicación del documento. Igualmente, el
agradecimiento a Ruth Borja Santa Cruz y a José Ragas por su incondicional apoyo.
4 Para otros trabajos sobre los miedos en Lima y el Cuzco, consultar Ramón (1999: 303-306) y Walker
(2001: 35-55). En cuanto al concepto del miedo, dos trabajos fundamentales son Lefebvre (1932) y
Delumeau (2002).
Enrique Silvestre García Vega, La meritocracia como forma de gobierno: origen, evolución y desafíos
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cuatrocientos soldados más para unirse a dicha fuerza (Walker, 2015: 104-107)
5
.
La autora capta un factor fundamental en la dicultad de los realistas para derrotar
a los rebeldes: las divisiones entre sus propios partidarios, sobre todo entre criollos
y españoles. En su carta, cuenta una noticia preocupante en cuanto a Avilés: “[…]
dicen que tubo algunas diferencias con Manuel [Villalta], no me toma esto de nuevo,
porque no es facil que se junten perros, con gatos: ellos no pueden llevar en paciencia
ver las ventajas que les hacen los criollos” (p. 7). Insiste, también, en la seriedad de la
situación (“tal vez causará risa por allá”) y en la necesidad de los españoles en reconocer
los aportes de los criollos. Enfatiza los sacricios de los corregidores, mayormente
criollos: “[…] ellos han salido fugitivos, llenos de angustias, unos desnudos, y otros
enfermos, y nalmente como han podido han llegado unos a Arequipa, y otros a esta
ciudad”. La supuesta desconanza entre Villalta y Avilés constituye un episodio más
en las tensiones entre criollos y españoles que marcaron el siglo XVIII.
La autora describe la salida de más tropas desde Lima, el largo camino por Huamanga
y el esfuerzo de los “caciques de Azángaro y Tinta” para “pillar al rebelde”. Con lo
último se reere a los esfuerzos de aquellos caciques realistas como Mateo Pumacahua,
de Chinchero, Diego Choquehuanca, de Azángaro, y otros que se opusieron a Túpac
Amaru, y que contribuyeron de manera decisiva en las campañas contra los rebeldes
(O’Phelan, 1997). Lo que sí nos parece una exageración es el supuesto entusiasmo
de las clases populares de Lima, que señala la carta, por participar en la represión de
la rebelión. Según ella, “la plebe de esta ciudad no es ignorante, después de todo han
dejado sus familias, y se presentaron gustosos de tener ocasión en que servir a nuestro
monarc[a]” (p. 10). Aunque las motivaciones y experiencias de los soldados limeños
son uno de los grandes vacíos en la historiografía sobre la rebelión de Túpac Amaru,
sabemos que varios de ellos fueron reclutados a la fuerza, muchas veces raptados al
salir de algún lugar público, o de sus propias casas. Tal vez uno que otro se presentó
voluntariamente, pero dudamos que fueran “gustosos” a un futuro incierto en el lejano
Cuzco.
6
La autora sí describe las preocupaciones en la ciudad y el papel represivo de
los “mil hombres” acuartelados. Conrma que hubo miedo a potenciales disturbios en
Lima en el contexto de un gran levantamiento en la segunda ciudad del virreinato, el
Cuzco, y de noticias alarmantes de Charcas.
En sus palabras, en Lima “la gente se iba insolentando y ya [a]parecían pasquines
en lugares públicos, con bastante repetición, ya botaban cartas rotuladas (en las
iglesias) a los provinciales, y eran para el virrey llena de insolencias”. Además, la
autora menciona rumores de navíos ingleses cerca de Lima, otra fuente de miedo ya
que corrían rumores sobre un supuesto apoyo de los ingleses a los rebeldes (Lewin,
1957: 276-285)
7
. La situación en Lima era angustiante. Aristócratas como la autora
seguían las noticias del Cuzco atentamente, preocupados por la lealtad de la población
de Lima misma y un posible levantamiento, o subversión, en la ciudad. La estadía en
5 Las fechas demuestran la lentitud con la cual circulaban las noticias entre Lima y el Cuzco.
6 Una de las grandes frustraciones en la investigación sobre la Gran Rebelión fue no encontrar más
información sobre los soldados levados limeños (Walker, 2015: cap. 9).
7 Flores-Galindo (1984) hace varias referencias al miedo a piratas y corsarios. Sobre Garcilaso de la Vega
y la supuesta profecía de una intervención inglesa en el Perú, ver Rowe, 1976: 11-66.
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Lima de José Gabriel Condorcanqui, Túpac Amaru, por un año a partir de abril de
1777, tres años antes del estallido de la rebelión, había preocupado a las autoridades
en su momento; durante la rebelión, y en los años posteriores, las cortes investigaron
con detenimiento su paradero y contactos durante dicha visita, buscando aliados,
inltrados y disidentes (Del Busto, 1981). Al terminar la carta, la autora menciona dos
soldados presos porque “hablaron de estos asuntos”. Los realistas hicieron lo posible
por silenciar y cubrir la realidad de la rebelión, que iba en aumento a principios de
1781.
La autora da indicios interesantes sobre la medicina de nes del siglo XVIII (Warren,
2010). Se reere a varios partos y embarazos. Pensamos que los interesados en la
historia de la medicina encontrarán información relevante en esta carta, pues no solo
se reere a su trabajo: al nal, menciona una “llaguita que tenía don Gaspar” en su
ojo y el esfuerzo de los cirujanos por extraerla. Ella apoyó lo que debió haber sido
una intervención terrible. Menciona el trabajo de Martín Delgar, médico y cirujano
español llegado a Lima en 1744
8
.
En un futuro trabajo desarrollaremos más sobre la identidad de la autora, Lusía (sic),
y del destinatario, don Josef. Queremos publicar este breve pero rico texto para los
interesados en la historia de Lima colonial, la rebelión de Túpac Amaru, las mujeres y
la medicina, y muchos temas más. Sabemos que va a ser de gran provecho.
Referencias
Fuentes Primarias
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“Diario de lo que ocurrió en la ciudad del Cuzco con la sublebación de JPh tupac
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DELUMEAU, J. (2002) [1978]. El miedo en occidente (siglos XIV-XVIII): una ciudad
sitiada. Madrid: Taurus.
8 Sobre Delgar, véase: Arze (s.f.) y Warren (2009). Delgar (1980) concluyó su recetario Libro de
medicinas y cirugía para el uso de pobres. Con su recetario al nal en Lima, en el año 1800.
Enrique Silvestre García Vega, La meritocracia como forma de gobierno: origen, evolución y desafíos
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APÉNDICE DOCUMENTAL
«Carta anónima» [pp. 5-16]
9
[pág. 5] [Invocación monogramática]
10
Mi muy querido hermano Josef: Llevamos nueve meses sin tener noticias de esa corte
y, a mi algo más pues en las ultimas noticias no tuve carta tuya. Por día estamos todos
buenos Marianita Manrique malparió el día 4 de este que corre con mucha felicidad.
Rosita Monte Blanco ha cumplido el término de su barriga, y espera por instantes su
parto. Pepa se halla en su hacienda preñada, y la esperamos que baje a esta ciudad para
parir. Mi hija Marianita y Joseta Mesia están preñadas de un mismo tiempo con poca
diferencia, y parirán por junio o julio. Todas estas noticias te doy para que des gra[c]
ias a Dios de que no es tan fácil se acabe nuestra familia, solo Maria Chepita no acaba
de darme el gusto de tener sucesión que tan justamente /[pág. 6] se desea porque las
conveniencias de la Casa de Mendoza no tienen comparación con ninguna de las casas
ricas de esta ciudad, pero el gran trabajo es, ser de todo de mayorazgos, que si no se
logra tener un hijo, sea echada asar, por lo que hace a las conveniencias, que por lo que
hace a sus prendas, y capacidad, he acertado así en este, como en el condesito, pues
cada día vivo más gustosa con ellos. El marqués de San Antonio ha llegado, y me ha
dado el gusto de hablarme mucho de ustedes.
Del cholo Túpac Amaru [Tupamaru] no tengo que decirte otra cosa, sino es que me
guro se ha vuelto loco, y de contado quiere hacernos perder el juicio a todos. Los
daños que ha hecho no se pueden reparar en cincuenta años. El dinero perdido llega
a millones. La gente muerta /[ pág. 7] así de nosotros, como de ellos que podemos
llamar nuestra es innita. La consternación [d]el Cuzco es tan grande que no se sabe
como pueden la gente resistirla, empezaron a respirar luego que llegó Manuel Villalta,
porque [c]on su natural desembarazo, instrucción y espíritu, logró que aquellas gentes
respira[r]an, y quedaran satisfechas, viendo las providen[c]ias tan oportunas que daba,
hasta que llegó don Gabriel Avilés con 400 hombres que sacó de esta ciudad, que
dicen tubo algunas diferencias con Manuel, no me toma esto de nuevo, porque no
es fácil que se junten, perros, con gatos: ellos no pueden llevar en paciencia ver las
ventajas que les hacen los criollos, en entendimiento, modales gratas, y dinero y así
viven siempre en una emulación continua /[ pág. 8] pero lo que te puedo asegurar
es, que en esta guerra que tal vez causará risa por allá, porque a la distancia en que
estamos, no es fácil que conciban las consecuencias que pueden resultar, los criollos
que se han hallado en esas provincias inmediatas, como son Villalta, Cabero, Senteno,
y el marquesito de Roca Fuerte, se han desempeñado muy a satisfacción de todo el
público, sin apartarse nunca de los lugares donde les ha parecido conveniente estar,
a n de evitar todos los males que puedan ocurrir: de los corregidores de aquellas
inmediaciones europeos, no quiero señalártelos, pero es cierto que ellos han salido
fugitivos, llenos de angustias, unos desnudos, y otros enfermos, y nalmente como
9 “Diario de lo que ocurrió en la ciudad del Cuzco con la sublebación de JPh tupac Amaro”. En: John
Carter Brown Library, Brown University. Se ha respetado la numeración original del documento siendo
esta por página y no por folio. Transcripción paleográca de Karina Fernández Gonzales.
10 Símbolo sencillo de la cruz.
Enrique Silvestre García Vega, La meritocracia como forma de gobierno: origen, evolución y desafíos
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han podido han llegado unos a Arequipa, y otros a esta ciudad. Yo no digo que sea
falta de espíritu, puede haber sido tomarles en una situación /[ pág. 9]
11
imposible de
defensa.
El día 18 o 19 del pasado salió el señor visitador para el Cuzco con 400 hombres, y
con los que se han juntado en el camino, salía de Guamanga el día 3 de este hasta con
mil hombres. Posteriormente hemos tenido noticias, de que los caciques de Azángaro
y Tinta con otros más se han juntado para pillar al rebelde, en estos tenemos mucha
conanza porque ellos se entienden, y como hechos a esos temperamentos, pueden
atacarle con toda fuerza. Al contrario los pobres mulatos y negros de esta ciudad
se hallan los infelices con temperamento distinto enteramente del de esta ciudad y
otras muchas incomodidades que tú como que has estado /[pág. 10] en sierra podrás
advertir, sin embargo ellos se han ofrecido voluntariamente, no ignorando los trabajos
que se les esperaba, pues sabes que la plebe de esta ciudad no es ignorante, después
de todo han dejado sus familias, y se presentaron gustosos de tener ocasión en que
servir a nuestro monarca. Hoy se halla esta ciudad con mil hombres acuartelados
que paga el consulado, lo que ha servido de mucho consuelo, porque la gente se iba
insolentando, y ya parecían pasquines en los lugares públicos, con bastante repetición,
ya botaban cartas rotuladas (en las iglesias) a los provinciales, y eran para el virrey
llenas de insolencias; pero hoy /[pág. 11] con estos mil hombres, están continuas las
rondas, y la gente en alguna sujeción; lo que ha dado mucho cuidado a las personas
de crítica, y de buen juicio, es, que si en las incomodidades en que nos ha puesto
este cholo, quintándonos gente, y caudal, y los principales jefes como son inspector y
visitador, se nos aparecen unos navíos ingleses, es malísima oportunidad para que los
recibamos con gusto, lo que no teníamos sin estas circunstancias que verdaderamente
podríamos hacer una buena defensa: hasta ahora no parecen, Dios quiera que siga así
mientras nos reforzamos.
/[pág. 12] De nuestro querido Guirior tuvimos carta en que nos avisa sale de Valparaíso
para Buenos Aires a 15 o 16 de enero, Dios lo lleve con bien, pues te aseguro que lo
amábamos por su apacibilidad, y buen trato pero hoy lo estimamos como profeta, pues
no es creíble ver como se imponía en todas las consecuencias, y resultar que podían
tener las cosas. Supongo que haciendo reexión de que este es un hombre de un
entendimiento no regular, de una grande comprensión, de un sumo juicio, de mucha
experiencia del mando por sus años, y sobre todo de una venerable virtud, no es
mucha que se impusiera en todas las cosas que estamos expe- /[pág. 13]
12
rimentando.
Tu tendrás mucho gusto de comunicar Su Madama [Su señora], porque se hace amar,
así ella como él, me son nísimos, y están correspondidos, porque me parece justicia
amarlos.
Al señor visitador igualmente le estoy reconocida, pues sin embargo de haber
salido con tanta tropelía de esta ciudad, tuvo la atención de venirse a despedir de
mi la víspera de escribirle a su capellán en todas las ocasiones que venga de su
parte a visitarme de ofrecerme en todas ocasiones sus facultades, de haber hecho el
11 Al margen superior izquierdo dice: «Segunda».
12 Al margen superior izquierdo dice: «Tercera».
Revista del Archivo General de la Nación 2023; voluen 38
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informe que creo tendrás en tu poder a favor de Lorenzo sin haberle hecho la menor
insinuación, sino antes agitándome él, por los papeles precisos para poderlo hacer.
Todas estas demostraciones de un hombre /[pág. 14] de su respeto hechas a quien
sabe reconocer como yo, me tienen en suma obligación. Su persona no puede ser más
amable, es distinguidamente hábil, sagaz, y astuto[astato]: sabe insinuarse con gracia,
sin embargo que con todas estas cualidades no hace todos los progresos que haría a
no tener la comisión, que ha traído, Dios quiera sacarlo con bien de todos sus asuntos
para que pueda irse cuanto antes a esa corte donde precisamente ha de ser premiado
su mérito.
Yo me he hallado estos días pasados llena de aicciones por haberse descubierto una
llaguita que tenía don Gaspar asi al ojo, maligna, y ser preciso cortarlo no era esto
lo que más me aigía, sino es lo nuevo que era para los cirujanos /[pág. 15] esta
curación, pues conocían que era preciso hacerla y no se resolvían fue preciso que los
pacientes, él y yo los estrecháramos, y les diéramos aliento para que se resolvieran a
hacer la operación, a nosotros nos infundió este espíritu la experiencia que tuvimos
con doña Marina Ibañez y don Juan Josef de la Puente que teniendo iguales llagas
en la cara los curó Delgar, y los dejó perfectamente sanos: esta experiencia nos hizo
entrar en conanza para animarlos, y resolverlos a que la ejecutaran, la que se hizo el
día 1° de pascua de navidad, y ha corrido con una fortuna como podíamos desearla,
hoy se halla sano, lo que me tiene llena de gusto
/[pág. 16] Nuestro jefe es un santo hombre, su familia amable, y él hace lo que puede
en lo que es sumamente celoso, es en que no se sepa noticia alguna del Cuzco, todo
su esmero, y cuidado es, si alguno de los propios que vienen tan repetidos hablan
alguna cosa de las del Cuzco. Ahora me aseguran que tienen presos dos soldados que
llegaron, porque hablaron sobre estos asuntos, no sé si será cierto, porque te aseguro
que todo lo dudo, porque es tal el enjambre de mentiras que no hay de quien ar; por
lo que nada aseguro; es cuanto ocurre, y entre tanto pido a Dios te guarde muchos
años. Lima y febrero 11 de 781. Tu Lusia [Lucía]
No omitas diligencia en orden a Lorenzo porque es mucho trabajo tener un hijo de 22
años sin destino. Etc.