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Ricardo Portocarrero GradosRev Arch Gen Nac. 2022; 37: 119-136
«Principios fundamentales de aprismo. Filosofía, doctrina, programa» (Véliz Lizárra-
ga, 1956). El objetivo de este folleto, como otros tantos publicados desde la década
del treinta, era servir de manual de adoctrinamiento dentro del partido y de difusión
fuera de él. Esto era aún más necesario que en los tiempos de persecución aprista, ya
que se buscaba consolidar a los militantes del Partido Aprista alrededor de los deno-
minados «Acuerdos de Monterrico».
En él, el primer tema era establecer el carácter continental de la doctrina aprista basa-
da en una denición de su identidad en base al concepto de «Indoamérica». La cita es
extensa, pero necesaria:
Por qué Indoamérica
Comencemos con un breve resumen de las opiniones extranjeras sobre el
aprismo, entendiendo por extranjero todo lo que no es latino o indoamericano,
puesto que el aprismo es, fundamentalmente, una concepción histórico-políti-
ca de alcance continental y que, por lo tanto, abarca a todos los pueblos mes-
tizos, desde el río Bravo en México hasta la Tierra de Fuego, incluyendo las
Antillas libres y coloniales. A este perímetro geo-político, cuya base étnica es
el indio, el europeo, el africano y el mestizo, y cuyas lenguas son: castellano,
portugués, francés, inglés, holandés, quechua, guaraní, aimara, maya-quiché,
náhualt, zapoteca, atomíe (y demás idiomas y dialectos mesoamericanos) más
los dialectos caribes y amazónicos, denomina el aprismo INDOAMÉRICA.
Por cierto, este nombre no signica lo que el «Diccionario de la Lengua» (úl-
tima edición manual) propone como neologismo para denominar a los indios
puros americanos: «Amerindio». No. INDOAMÉRICA es el nombre moderno
de lo que se llamó Indias Occidentales, cuyos habitantes, según la Academia,
son «indianos» (españoles y europeos, habitantes de Hispanoamérica) e indios
cuando son originarios sin cruce. El aprismo incorpora a este nuevo término
a los indios, indianos y a los habitantes de los «West-Indies», bajo un solo
calicativo: «indoamericanos»; y a la zona continental e insular en que estos
160 millones de gentes de la «raza cósmica» viven, la llama INDOAMÉRICA
(véase los libros de Haya de la Torre: «Construyendo el aprismo», Claridad,
Buenos Aires, 1933, cap. I; «¿A dónde va Indoamérica?», 1ª y 2ª edic., Ercilla,
Santiago de Chile, 1935, Cap. I; y la «Defensa Continental», 1ª, 2ª y 3ª edic.,
Americalee, Buenos Aires, 1942, cap. III). (Véliz Lizárraga, 1956: 11-12).
Del extenso párrafo, se deducen tres cosas. La primera es que el concepto de Indoamé-
rica, que se atribuye a través de las referencias bibliográcas a Víctor Raúl Haya de
la Torre, se dene como propio, al margen de cualquier denición formal de carácter
histórico, geográco o lingüístico. La segunda es que, a través de las referencias bi-
bliográcas, se establece que la denición aprista de Indoamérica se habría mantenido
a lo largo del tiempo, por lo menos entre 1933 y 1945. La tercera, y última, es que
Indoamérica abarca toda la realidad continental americana (territorios, poblaciones,
lenguas, todo en plural) al sur del Río Grande, es decir, de los Estados Unidos. Sin
embargo, cuando se habla de todo este conjunto de poblaciones diversas, se la de-
ne como «raza cósmica», un concepto de claro origen y carácter vasconceliano, que
dene Indoamérica de otra manera, como veremos más adelante. Esto no solo es una