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Jesús J. Llerena DurandRev Arch Gen Nac. 2019; 34(2): 139-141
y las alianzas, con intelectuales limeños apoyando o cuestionando iniciativas cuzque-
ñas –y viceversa–, presentando de forma activa las relaciones entre sus protagonistas.
El regionalismo se presenta, así, como una aproximación al tema, no una explicación
que agota el debate.
En esta obra se ve una gran actividad de revistas y diarios, siendo los cuzqueños los
más activos para expresar las diversas posiciones y generar consenso bajo sus térmi-
nos. No se le escapan formas más sutiles e implícitas, pero igual o más efectivas para
favorecer el turismo según la mirada cuzqueña: el lobby de diputados de la región en
la capital y votos para candidatos pro-turismo en las urnas. No obstante, sobresalen las
relaciones que Rice expone entre entidades internacionales o agencias supra guberna-
mentales como UNESCO o PNUD y las elites cuzqueñas, llamadas por estos últimos
para apoyarlos contra la desidia u oposición de sectores hostiles dentro del gobierno
central. De ahí que este texto no se pliegue a corrientes predominantes en las que los
sujetos regionales carecen de agencia, donde instituciones de corte internacional mar-
carían la pauta a seguir en el turismo articulado alrededor de Machu Picchu. Empero,
ello no signica que se pasen por alto factores en muchos casos determinantes como
los diversos y cambiantes intereses de la política exterior estadounidense en cuanto
al turismo y los efectos muchas veces dramáticos en la economía peruana y especial-
mente cuzqueña. Para ello, Rice recurre a otra forma de la “zona de contacto”, una de
tipo transnacional.
Making Machu Picchu también será de utilidad a aquellos interesados en temas de
nación y peruanidad. Recogiendo lo dicho anteriormente, el autor polemiza con las
ideas casi canónicas referentes a la construcción de la nación. Ante las propuestas de
Pierre Nora, Eric Hobsbawm y Benedict Anderson, que él considera como un análisis
muy “doméstico” del fenómeno nacional, en el que se necesitarían requisitos que el
país debería de contar para constituir su “comunidad imaginada”, Rice discrepa. El
análisis, para él, no se agotaría ahí, sino que propone también “fuerzas transnacionales
y zonas de contacto” como contribuyentes al surgimiento de las ideas de nación en
regiones como América Latina, que no cumplirían muchas veces con los señalados re-
quisitos. Así, ante académicos que muchas veces se frustran al no encontrar naciones
latinoamericanas y sus condiciones estatales, sociales o económicas, en este libro se
argumenta que no se debe soslayar al turismo y su construcción de narrativas. Implica
esto que varias ideas de nación se disputan la primacía para presentarse ante los ojos
del turista como lo que signica ser en última instancia “peruano”.
Para demostrar todo lo dicho hasta ahora, Rice despliega un gran bagaje de fuentes de
diversa naturaleza y procedencia. El núcleo consultado constituye diarios y revistas
del Cuzco, Lima y Estados Unidos con destacable variedad, desde las publicaciones
estadounidenses poco conocidas, hasta fuentes “clásicas” como el National Geogra-
phic Magazine, la Revista del Touring Club Peruano, la Revista del Instituto y Museo
Arqueológico del Cuzco, El Comercio del Cuzco o El Comercio de Lima. Se recurre a
guías turísticas producidas por intelectuales cuzqueños o radicados en el Cuzco como
Luis E. Valcárcel, Albert Giesecke o Uriel García, así como fotografías de Martín
Chambi, e informes técnicos de ingenieros y arqueólogos de la región. Asimismo, el
autor también consulta otros tipos de fuente como cómics de habla francesa o litera-
tura infantil estadounidense. Fuentes del arte pop también son empleadas, especial-